"Hemos aguantado demasiado. Una cosa es la crítica y otra la conspiración", afirmó el gobernante en su programa dominical.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, indicó que actuará enérgicamente contra aquellos medios de comunicación que difunden "mensajes de odio, atropellan la verdad e incitan a la guerra".
La advertencia la expresó el gobernante durante su programa dominical "¡Aló Presidente", transmitido desde las cercanías de su pueblo natal, en el estado Barinas, oeste del país.
Chávez dijo que esos medios también "incitan a los militares a que se pronuncien, diciendo que el presidente debe morir, algunas veces de manera abierta, otras subliminalmente".
"Hemos aguantado demasiado. Una cosa es la crítica y otra la conspiración", afirmó el gobernante, quien añadió que "o eso se acaba o yo me dejo de llamar Hugo Rafael Chávez Frías".
El presidente les recordó a los medios audiovisuales que las frecuencias por las que transmiten no son suyas sino del Estado y que su utilización está sujeta a responsabilidad.
"Una persona que recibe autorización para llevar una pistola debe responsabilizarse de su uso, no puede ir por la calle disparando a diestra y siniestra", puso como ejemplo.
Chávez señaló que algunos dueños de esos medios creen que no tomará medidas contra ellos por miedo al "escándalo" internacional que se podría generar si los cierra o les anula la concesión de uso de las frecuencias.
"Se pueden llevar una sorpresita en cualquier momento. No se equivoquen, que están jugando con fuego", dijo el presidente al respecto.
Chávez dijo que, antes de que intervenga el Ejecutivo, los otros poderes del Estado deberían actuar conforme a las leyes, al igual que ocurre en otros países, entre los que citó a Estados Unidos, China y España.
"Confío en que los órganos a quienes corresponde iniciar las investigaciones cumplan con todos los trámites y confío en que los demás poderes cumplan también con todos los trámites", dijo el presidente.
Chávez se mostró escéptico en cuanto a la efectividad de su mensaje y dijo que es porque "todavía quedan personas en Venezuela que se creen por encima de las leyes", en referencia a lo que él llama "la oligarquía".
"Se acostumbraron a vivir así porque ellos hicieron su propia ley, la ley del más fuerte", añadió el gobernante.
Otro factor que, según Chávez, limita las posibilidades de que su llamado sea atendido es que "no piensan racionalmente porque están obcecados por el odio".
La referencia de Chávez a los medios de comunicación tuvo como detonante unos planteamientos hechos en ese sentido por el periodista José Vicente Rangel, que ha sido vicepresidente del Gobierno y ha ocupado las carteras de Defensa y Relaciones Exteriores, siempre con Chávez.
Rangel dijo que "es inaceptable la manera como los medios avasallan a la sociedad, chantajean e imponen reglas de juegos, establecen pautas de conductas, usurpan a las autoridades legítimas, administran justicia, califican o descalifican a su antojo, montan campañas de odio, se dedican impunemente a destruir personas y reputaciones".
La advertencia la expresó el gobernante durante su programa dominical "¡Aló Presidente", transmitido desde las cercanías de su pueblo natal, en el estado Barinas, oeste del país.
Chávez dijo que esos medios también "incitan a los militares a que se pronuncien, diciendo que el presidente debe morir, algunas veces de manera abierta, otras subliminalmente".
"Hemos aguantado demasiado. Una cosa es la crítica y otra la conspiración", afirmó el gobernante, quien añadió que "o eso se acaba o yo me dejo de llamar Hugo Rafael Chávez Frías".
El presidente les recordó a los medios audiovisuales que las frecuencias por las que transmiten no son suyas sino del Estado y que su utilización está sujeta a responsabilidad.
"Una persona que recibe autorización para llevar una pistola debe responsabilizarse de su uso, no puede ir por la calle disparando a diestra y siniestra", puso como ejemplo.
Chávez señaló que algunos dueños de esos medios creen que no tomará medidas contra ellos por miedo al "escándalo" internacional que se podría generar si los cierra o les anula la concesión de uso de las frecuencias.
"Se pueden llevar una sorpresita en cualquier momento. No se equivoquen, que están jugando con fuego", dijo el presidente al respecto.
Chávez dijo que, antes de que intervenga el Ejecutivo, los otros poderes del Estado deberían actuar conforme a las leyes, al igual que ocurre en otros países, entre los que citó a Estados Unidos, China y España.
"Confío en que los órganos a quienes corresponde iniciar las investigaciones cumplan con todos los trámites y confío en que los demás poderes cumplan también con todos los trámites", dijo el presidente.
Chávez se mostró escéptico en cuanto a la efectividad de su mensaje y dijo que es porque "todavía quedan personas en Venezuela que se creen por encima de las leyes", en referencia a lo que él llama "la oligarquía".
"Se acostumbraron a vivir así porque ellos hicieron su propia ley, la ley del más fuerte", añadió el gobernante.
Otro factor que, según Chávez, limita las posibilidades de que su llamado sea atendido es que "no piensan racionalmente porque están obcecados por el odio".
La referencia de Chávez a los medios de comunicación tuvo como detonante unos planteamientos hechos en ese sentido por el periodista José Vicente Rangel, que ha sido vicepresidente del Gobierno y ha ocupado las carteras de Defensa y Relaciones Exteriores, siempre con Chávez.
Rangel dijo que "es inaceptable la manera como los medios avasallan a la sociedad, chantajean e imponen reglas de juegos, establecen pautas de conductas, usurpan a las autoridades legítimas, administran justicia, califican o descalifican a su antojo, montan campañas de odio, se dedican impunemente a destruir personas y reputaciones".
También expresó que se corre "el gravísimo riesgo de que la mentira y la distorsión de la realidad se instalen en la cotidianidad de nuestras vidas y se apoderen del país porque están empeñados en extremar la polarización, exacerbar el odio y empujarnos a una confrontación donde corra la sangre de los venezolanos y no la de ellos".
Por ello, el periodista planteó que "la sociedad y el Estado tienen que reaccionar antes de que sea demasiado tarde, porque no es posible el grado de impunidad que existe en esta materia".
Por ello, el periodista planteó que "la sociedad y el Estado tienen que reaccionar antes de que sea demasiado tarde, porque no es posible el grado de impunidad que existe en esta materia".
-EFE
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