El ministro boliviano también ratificó que no llamará a consultas a su embajador en Lima, como hizo a mediados de mes el Gobierno peruano con su representante en La Paz.
El ministro boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, dijo hoy que espera reunirse con su homólogo de Perú, José Antonio García Belaunde, en julio durante la Cumbre de los No Alineados en Egipto, para hablar de los "mil problemas" que tienen ambos países.
Choquehuanca dijo en una entrevista con la red de televisión ATB que espera que García Belaunde pueda asistir a esa cita, programada del 13 al 17 de julio, para discutir sobre las relaciones bilaterales y el cruce de declaraciones entre los presidentes de ambos países.
"No solamente son las declaraciones, sino tenemos mil problemas con el Perú. Hay un problema con la construcción de trasvases del río Mauri, lo que nos preocupa mucho, hay consecuencias a orillas del río Desaguadero", dijo Choquehuanca.
El Gobierno boliviano sostiene que el desvío de las aguas del Mauri en Perú pone en riesgo la existencia de río Desaguadero y del lago Poopó en Bolivia, y afecta a los derechos humanos de varias poblaciones de la región.
Choquehuanca señaló que envió dos notas diplomáticas al ministro de Exteriores peruano para dialogar sobre la situación del Mauri, pero no ha tenido ninguna respuesta, por lo que espera reunirse con García Belaunde durante la reunión de los No Alineados en Egipto para hablar de ese tema y sobre otros de la relación bilateral.
El canciller boliviano también ratificó que no llamará a consultas a su embajador en Lima, como hizo a mediados de mes el Gobierno peruano con su representante en La Paz.
Las discrepancias entre los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Perú, Alan García, se agravaron por un cruce de acusaciones sobre presuntas responsabilidades en los disturbios ocurridos el pasado 5 de junio en una región de la Amazonía peruana, donde murieron 24 policías y 10 indígenas, según cifras oficiales.
Morales calificó de "genocidio" la represión de esas protestas, en tanto que las autoridades de Lima acusaron al gobernante boliviano de instigar ese conflicto con una carta enviada a una cumbre indígena en Perú, en la que llamó a una definitiva independencia de los pueblos originarios en América.
Al cruce de palabras entre los gobernantes se sumó una queja del Ejecutivo boliviano al de Perú por los insultos de algunos diarios peruanos contra el presidente Evo Morales.
Bolivia también ha protestado contra la decisión de Perú de dar asilo político a tres ex ministros que están sometidos a un juicio por genocidio en la Corte Suprema boliviana.
Los Gobiernos de ambos países además han polemizado sobre la denuncia de Morales de que Perú perjudicó la negociación que Bolivia realiza con Chile para conseguir un acceso al Pacífico, al presentar una demanda en La Haya por límites marítimos contra el estado chileno. EFE
Choquehuanca dijo en una entrevista con la red de televisión ATB que espera que García Belaunde pueda asistir a esa cita, programada del 13 al 17 de julio, para discutir sobre las relaciones bilaterales y el cruce de declaraciones entre los presidentes de ambos países.
"No solamente son las declaraciones, sino tenemos mil problemas con el Perú. Hay un problema con la construcción de trasvases del río Mauri, lo que nos preocupa mucho, hay consecuencias a orillas del río Desaguadero", dijo Choquehuanca.
El Gobierno boliviano sostiene que el desvío de las aguas del Mauri en Perú pone en riesgo la existencia de río Desaguadero y del lago Poopó en Bolivia, y afecta a los derechos humanos de varias poblaciones de la región.
Choquehuanca señaló que envió dos notas diplomáticas al ministro de Exteriores peruano para dialogar sobre la situación del Mauri, pero no ha tenido ninguna respuesta, por lo que espera reunirse con García Belaunde durante la reunión de los No Alineados en Egipto para hablar de ese tema y sobre otros de la relación bilateral.
El canciller boliviano también ratificó que no llamará a consultas a su embajador en Lima, como hizo a mediados de mes el Gobierno peruano con su representante en La Paz.
Las discrepancias entre los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Perú, Alan García, se agravaron por un cruce de acusaciones sobre presuntas responsabilidades en los disturbios ocurridos el pasado 5 de junio en una región de la Amazonía peruana, donde murieron 24 policías y 10 indígenas, según cifras oficiales.
Morales calificó de "genocidio" la represión de esas protestas, en tanto que las autoridades de Lima acusaron al gobernante boliviano de instigar ese conflicto con una carta enviada a una cumbre indígena en Perú, en la que llamó a una definitiva independencia de los pueblos originarios en América.
Al cruce de palabras entre los gobernantes se sumó una queja del Ejecutivo boliviano al de Perú por los insultos de algunos diarios peruanos contra el presidente Evo Morales.
Bolivia también ha protestado contra la decisión de Perú de dar asilo político a tres ex ministros que están sometidos a un juicio por genocidio en la Corte Suprema boliviana.
Los Gobiernos de ambos países además han polemizado sobre la denuncia de Morales de que Perú perjudicó la negociación que Bolivia realiza con Chile para conseguir un acceso al Pacífico, al presentar una demanda en La Haya por límites marítimos contra el estado chileno. EFE
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