El Gobierno solo ha reconocido hasta el momento 21 muertos en las revueltas que se iniciaron el 17 de diciembre, mientras que las organizaciones de derechos humanos hablan de más de 60 víctimas mortales.
Cientos de personas se manifestaron hoy en las calles del centro de Túnez gritando consignas contra el presidente, Zine el Abidine Ben Alí, según constató Efe.
La manifestación se produjo, pese a las promesas realizadas anoche por Ben Alí de llevar a cabo un profundo cambio político y económico y no presentarse a las próximas elecciones presidenciales de 2014.
En la popular avenida Habib Burguiba, del centro de la capital, los manifestantes, en su mayoría jóvenes, marcharon gritando también a favor de proseguir con la contestación social, sin que se produjesen enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Algunos profesores participaron también en la marcha en la que se escucharon lemas como "La revuelta continúa", "No a Ben Alí", "No a los Trabelsi, que han saqueado el país", en referencia a la familia política del presidente, y "Homenaje a la sangre de los mártires".
Aunque la protesta fue contenida durante unos instantes por un cordón policial, pudo después continuar su recorrido por la avenida Burguiba y desfilar incluso ante la sede del Ministerio del Interior, fuertemente protegida, sin que se produjesen enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios.
Según informaron a Efe fuentes sindicales, en algunas otras regiones del país se han registrado también hoy manifestaciones, como en la de Kairouan, en el centro del país, o en la capital de la cuenca minera de Gafsa, en el suroeste.
La Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) ha convocado para hoy una huelga general de dos horas en la capital.
En un discurso retransmitido anoche por la televisión estatal, Ben Alí se comprometió a acometer "profundos cambios" políticos y económicos en el país, incluida la celebración de unas elecciones presidenciales "pluralistas en las que se garantice la alternancia".
En un nuevo intento de calmar las protestas, el presidente afirmó que se creará una comisión independiente para aclarar los acontecimientos vividos en Túnez desde hace casi un mes y señaló que ha dado orden de no utilizar fuego real para reprimir la contestación social.
Ben Alí, que lamentó "profundamente haber sido mal informado y aconsejado" en relación con los sucesos en el país, prometió que se bajarán los precios de los alimentos básicos y que se garantizará la "libertad total de la información y del acceso a internet".
El Gobierno ha reconocido hasta el momento 21 muertos en las protestas sociales en todo Túnez desde que comenzaron las revueltas el 17 de diciembre, mientras que los sindicatos y las organizaciones de derechos humanos hablan de más de 60 víctimas mortales. EFE
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