Las autoridades sanitarias de China anunciaron que a finales de abril se podrían lanzar los primeros ensayos en humanos de vacunas contra el nuevo coronavirus.
Investigadores del mundo entero trabajan para desarrollar una vacuna y tratamientos destinados a luchar contra el nuevo coronavirus - COVID-19, que emergió en diciembre en la ciudad de Wuhan en China.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que haría falta al menos un año antes de obtener un producto que se pueda usar a gran escala contra el nuevo brote. Sin embargo, varios países ya están logrando avances para frenar la epidemia.
Avances en China
Las autoridades sanitarias de China anunciaron que a finales de abril se podrían lanzar los primeros ensayos en humanos de vacunas contra el nuevo coronavirus. "Varios equipos de investigación recurren a diferentes técnicas para concebir una posible vacuna", indicó Xu Nanping, el viceministro de Ciencia y Tecnología. "La primera debería ser sometida a ensayos clínicos hacia finales de abril", señaló en una rueda de prensa en Pekín.
Los investigadores chinos utilizan varios procedimientos para lograr una vacuna, declaró Zeng Yixin, el vicedirector de la Comisión Nacional de Salud. Entre estos métodos figuran el uso de un coronavirus inactivo, el uso de ingeniería genética para producir proteínas que sirvan de antígenos, o la modificación de vacunas antigripales, detalló Zeng.
Reino Unido realiza pruebas de una vacuna
Un grupo de investigadores del Imperial College de Londres es uno de los primeros en estar haciendo pruebas de una vacuna contra el nuevo coronavirus, con la esperanza de tenerla disponible para finales de año, dijo uno de ellos a la AFP. La epidemia se ha cobrado más de mil vidas en la China continental desde que se anunció el 11 de enero la primera muerte atribuida al virus 2019-nCoV.
"Acabamos de inyectar la vacuna que hemos generado a partir de bacterias en ratones y esperamos poder en las próximas semanas determinar la reacción en esos ratones, en su sangre, su respuesta en términos de anticuerpos contra el coronavirus", explicó Paul McKay.
El equipo del Imperial College espera ser el primero en llevar a cabo ensayos clínicos en humanos y conseguir una vacuna efectiva. Para ello, estos investigadores confían en sus estudios previos sobre el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que comenzó hace dos décadas. "Esperamos ser los primeros en llevar a cabo ensayos clínicos en humanos de esta vacuna en particular", dijo McKay. "Una vez que se complete la primera fase de los ensayos, que puede llevar varios meses, podemos probar inmediatamente la eficacia de la vacuna en las personas, lo que también llevará unos meses. Así que tal vez para finales de año habrá una vacuna viable que pueda ser usada en humanos", añadió.
Shanghai, tratamientos para combatir el virus
Medicina tradicional, inyección de plasma o incluso corticoides, en el principal hospital de Shanghai, que acoge a los enfermos contaminados por el nuevo coronavirus, se recurre a un cóctel de tratamientos para combatir la enfermedad. La perspectiva de una vacuna contra la neumonía COVID-19 todavía está lejana. Los médicos, tanto en China como en otros lugares, se ven obligados a utilizar otros métodos con la esperanza de curar a los pacientes. Este es el caso del Centro Clínico de Salud Pública de Shanghái, la ciudad más poblada de China (24 millones de habitantes).
Para tratarlos, el hospital utiliza, entre otras cosas, medicamentos antivirales, corticoides (antiinflamatorios), y recurre a la medicina tradicional china. Al igual que otros hospitales, el establecimiento de Shanghai también inyecta plasma sanguíneo de expacientes. Se supone que contiene anticuerpos que reducen la carga viral de los gravemente afectados.
(Con información de AFP)
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