Las autoridades italianas supervisan que los clientes de los cafés se encuentren como mínimo a un metro de distancia, con el propósito de controlar la expansión del nuevo coronavirus, que ya ha causado 827 fallecidos en el país europeo.
La Policía en Italia, país más golpeado por la epidemia del COVID-19 en Europa, está forzando a los clientes de los cafés a sentarse separados por una distancia mínima de un metro, como parte de las medidas para impedir la expansión del nuevo coronavirus. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció esta y otra medidas para contener el virus el pasado lunes.
Es así que la Policía de todo el país ha comenzado a patrullar los cafés, con el objetivo de garantizar que las personas que acuden a ellos se mantengan alejadas entre sí, y que estos establecimiento permanezcan abiertos al público solo hasta las 6:00 p.m.
“Es malo. La gente está aterrorizada. Nunca había visto algo así”, contó a The Independent Massimo Leonardo, dueño de un supermercado local.
Italia se ha convertido en el país afectado por la pandemia del COVID-19 después de China: el último balance reporta 827 fallecidos, mientras que los pacientes contagiados casi alcanzan los 12,500. Lorenzo Codogno, economista y jefe del Tesoro italiano, aseguró que la producción económica del país se ha reducido entre un 10% y 15% debido a las medidas adoptadas por el Gobierno.
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