"Salimos a celebrar la fiestas patronales aunque tengamos problemas con el coronavirus", señaló un devoto de las corridas de toros.
Con una barrera de toros, bailes y mucha algarabía, cientos de nicaragüenses del pequeño pueblo de San Marcos celebraron las fiestas patronales en esta ciudad, sin tomar medidas de protección contra la pandemia del COVID-19, que ha dejado cerca de 200 000 muertos en el mundo.
"Salimos a celebrar la fiestas patronales aunque tengamos problemas con el coronavirus. Eso no nos detiene", aseguró a la AFP Elio Lobo, devoto de esta tradición, mientras observa con su hijo el llamado "tope de toros" por las calles de San Marcos, 45 km al sur de Managua.
Durante la festividad, los toros salen con un hombre a cuestas por las calles en el pequeño pueblo de más de 20 000 habitantes, con motivo de las fiestas patronales de San Marcos, uno de los tantos santos milagrosos que son venerados por los nicaragüenses.
El animal es controlado por un hombre, con ayuda de una cuerda que el toro lleva amarrado en la cabeza, mientras los pobladores golpean a la bestia, desafiando su agresividad.
En otro punto de la ciudad, los devotos danzan alegres bailes folklóricos como "la vaquita", "el GüeGüense", "la indita", o consumen licor en medio de una nutrida aglomeración de promesantes.
Ninguno lleva mascarilla, ni cumple con las reglas de distanciamiento recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras declarar en marzo al COVID-19 como una peligrosa pandemia.
Nicaragua es el único país de Centroamérica que no ha tomado medidas de prevención contra el virus, como cuarentenas, cierre de fronteras, distanciamiento social y uso de mascarillas en lugares públicos.
Según las autoridades de salud, el país acumula sólo 11 contagios por COVID-19, de los cuales tres murieron desde el 18 de abril. Aseguran además que "no hay contagios comunitarios", lo que ha motivado a muchos nicaragüenses a minimizar la pandemia, aunque también hay muchos sectores que han optado por realizar cuarentenas voluntarias por desconfianza con las cifras oficiales.
El gobierno le ha dicho a la población que el avance de la pandemia en Nicaragua es "lento" y lejos de recomendar el distanciamiento social, ha promovido numerosas actividades turísticas, deportivas, patronales y religiosas, a pesar que la Iglesia católica suspendió sus procesiones.
La Asociación de Médicos Nicaragüenses (AMN), conformada por 400 galenos, ha cuestionado las cifras "poco claras" de contagios que ofrecen las autoridades y señalado sus sospechas de que hay muchos más casos de los reportados por el gobierno.
(Con información de AFP)
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