Según las cifras oficiales, se registraron en las últimas 24 horas 8 926 contagios, la cifra más baja desde el 1 de mayo, llevando el balance total a 290 678 casos.
Rusia, el segundo país del mundo con más casos declarados de COVID-19, logró "detener el crecimiento" de nuevos contagios, estimó el lunes el primer ministro, aunque admitió que la situación seguía siendo "complicada".
"La situación en torno al coronavirus en el país sigue siendo complicada pero podemos constatar que hemos conseguido detener el crecimiento de la morbilidad", declaró en una reunión gubernamental retransmitida por la televisión Mijaíl Mishustin, enfermo de COVID-19. "Con toda la prudencia de rigor, la dinámica es positiva", afirmó el responsable, del que todavía no se ha anunciado que se haya curado de la enfermedad, aunque desde la semana pasada vuelve a aparecer en la televisión.
Según él, es el fruto de los esfuerzos llevados a cabo en Rusia desde hace dos meses, sobre todo gracias a un "confinamiento estricto de la población", ordenado a finales de marzo y que desde el 12 de mayo comenzó a suavizarse en las regiones menos afectadas. Según las cifras oficiales, se registraron en las últimas 24 horas 8.926 contagios, la cifra más baja desde el 1 de mayo, llevando el balance total a 290.678 casos.
El país contabiliza hasta el momento 2.722 muertos. La agencia sanitaria rusa Rospotrebnadzor indicó el domingo que "la situación se estabiliza en el país", después de que durante todo el mes de mayo se declararan unos 10.000 casos cada día.
Las autoridades aseguran que una de las razones es que solo se incluyen la muertes directamente relacionadas con el virus y que al llegar la COVID-19 más tarde que a otros países, el país tuvo más tiempo para prepararse y ha realizado pruebas a gran escala para reducir la propagación.
(Con información de AFP)
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