La Cruz Roja italiana ha también organizado un hospital y una cocina de campo para asistir a los evacuados.
Los corrimientos de tierra debidos a las lluvias incesantes que desde hace varios días caen sobre el sur de Italia amenazan con sepultar a dos pueblos, que han tenido que ser completamente evacuados.
A los habitantes de Maierato, un pueblo de la región sureña de Calabria, y de San Fratello, en Sicilia, sólo les queda esperar que la montaña se detenga y sus viviendas puedan salvarse del imparable alud de fango y piedras.
Ayer cerca de unos doscientos ciudadanos de Maierato tuvieron que ser evacuados cuando se desmoronó parte de la montaña sobre la que se erige el pueblo y hoy, toda la población, cerca de 2.300 personas, fue obligada a dejar sus casas ante el inminente peligro.
El alcalde de Maierato, Sergio Rizzo, definió como "apocalíptico" lo que le ocurre al pueblo, mientras que sus paisanos buscan cobijo en los palacios de deporte y cuarteles que les han puesto a su disposición.
La Cruz Roja italiana ha también organizado un hospital y una cocina de campo para asistir a los evacuados.
Completamente desierto desde ayer está el pueblo siciliano de San Fratello, situado en las laderas del monte Nebrodi, que ha tenido desprendimientos, lo que ha producido que se hayan levantado las carreteras y destrozado las casas.
El peligro del corrimiento de tierra también afecta a los pueblos más pequeños de Sant"Angelo di Brolo, Raccuja y Tusa, donde se han desalojado algunas viviendas.
El presidente de la Región de Sicilia, Raffaele Lombardo, anunció que hoy se proclamará el estado de calamidad sobre toda la zona dominada por el monte Nebrodi. EFE
A los habitantes de Maierato, un pueblo de la región sureña de Calabria, y de San Fratello, en Sicilia, sólo les queda esperar que la montaña se detenga y sus viviendas puedan salvarse del imparable alud de fango y piedras.
Ayer cerca de unos doscientos ciudadanos de Maierato tuvieron que ser evacuados cuando se desmoronó parte de la montaña sobre la que se erige el pueblo y hoy, toda la población, cerca de 2.300 personas, fue obligada a dejar sus casas ante el inminente peligro.
El alcalde de Maierato, Sergio Rizzo, definió como "apocalíptico" lo que le ocurre al pueblo, mientras que sus paisanos buscan cobijo en los palacios de deporte y cuarteles que les han puesto a su disposición.
La Cruz Roja italiana ha también organizado un hospital y una cocina de campo para asistir a los evacuados.
Completamente desierto desde ayer está el pueblo siciliano de San Fratello, situado en las laderas del monte Nebrodi, que ha tenido desprendimientos, lo que ha producido que se hayan levantado las carreteras y destrozado las casas.
El peligro del corrimiento de tierra también afecta a los pueblos más pequeños de Sant"Angelo di Brolo, Raccuja y Tusa, donde se han desalojado algunas viviendas.
El presidente de la Región de Sicilia, Raffaele Lombardo, anunció que hoy se proclamará el estado de calamidad sobre toda la zona dominada por el monte Nebrodi. EFE
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