El fin no es acentuar las curvas de la mujer soldado sino el de acomodar las particularidades del cuerpo femenino", dijo la comandante Sequana Robinson
El ejército estadounidense está sometiendo a ensayos por primera vez un nuevo uniforme de combate femenino, para vestir "de una forma más respetuosa de su morfología" a las alrededor de 160.000 mujeres que integran sus filas.
"El uniforme unisex es un poco ancho. Debajo de él, desdibujamos la silueta. El fin no es acentuar las curvas de la mujer soldado sino el de acomodar las particularidades del cuerpo femenino", dijo a la AFP la comandante Sequana Robinson, jefa adjunta del proyecto de la célula PEO Soldier, encargada de los uniformes, y primera mujer en usarlo.
"El primer objetivo es que no sea diferente del de los hombres", precisó Mary Harwood, la ingeniera textil que ayudó al aportar las delicadas modificaciones al tradicional uniforme caqui con motivos de camuflaje digitalizados.
"Pero lo hemos ajustado a las características morfológicas del cuerpo femenino", dijo la ingeniera, especialmente agregando más tela "para acomodar el trasero".
En la base de Fort Belvoir, en Virginia (este), poco más de una docena de estos preciados prototipos están almacenados en sus perchas.
Al contrario de las líneas rústicas de la versión masculina, el uniforme femenino muestra una talla cavada de varios centímetros, una chaqueta que cubre las caderas, y fuelles en la espalda que permiten dar espacio al busto.
Un elástico a la talla reemplaza al rústico cordón, los hombros están más ajustados y la entrepierna es acortada.
Los múltiples bolsillos han sido también redimensionados con el fin de que el teléfono móvil que se transporta en el bolsillo del tobillo no cuelgue sobre el zapato, aseguró.
"Me da gusto que el ejército haya considerado este cambio. Puedo tener en adelante la apariencia de un soldado profesional. No estoy con los pantalones de mi hermano, ¿lo ve usted?.
Llevo algo que ha sido hecho para mí", resumió la comandante Robinson.
Si el proyecto es aprobado por las instancias superiores del ejército, como mínimo para 2012, habrán pasado cinco años de estudios para reformar el uniforme de combate femenino.
Las mujeres representan 14% de las fuerzas del ejército de tierra estadounidense, o sea un poco más de 160.000 efectivos.
Ya existe un uniforme femenino de servicio, utilizado en ceremonias y eventos sociales, de color azul turquesa, con una falda opcional, así como otro destinado a la "maternidad".
Pero el uniforme de combate femenino "es una primicia absoluta para el ejército.
Todos los otros uniformes han sido unisex", afirmó la ingeniera Harwood.
"¡La chaqueta es genial!", expresó la comandante Robinson, que ensayará con el nuevo uniforme a partir de enero de 2011 con unas 600 mujeres soldado.
"Al principio temí que fuera un poco ajustado al cuerpo, porque como mujer soldado no se trata de destacar las formas, sino que nos quede mejor", añadió.
El uniforme se fabricará en 13 talles contra los 37 que se hacen para los hombres y ningún retoque será autorizado sobre un uniforme 100% "made in USA" (hecho en EEUU), desde la tela hasta los botones de la bragueta.
Que serán los mismos para ambos sexos.
AFP
"El uniforme unisex es un poco ancho. Debajo de él, desdibujamos la silueta. El fin no es acentuar las curvas de la mujer soldado sino el de acomodar las particularidades del cuerpo femenino", dijo a la AFP la comandante Sequana Robinson, jefa adjunta del proyecto de la célula PEO Soldier, encargada de los uniformes, y primera mujer en usarlo.
"El primer objetivo es que no sea diferente del de los hombres", precisó Mary Harwood, la ingeniera textil que ayudó al aportar las delicadas modificaciones al tradicional uniforme caqui con motivos de camuflaje digitalizados.
"Pero lo hemos ajustado a las características morfológicas del cuerpo femenino", dijo la ingeniera, especialmente agregando más tela "para acomodar el trasero".
En la base de Fort Belvoir, en Virginia (este), poco más de una docena de estos preciados prototipos están almacenados en sus perchas.
Al contrario de las líneas rústicas de la versión masculina, el uniforme femenino muestra una talla cavada de varios centímetros, una chaqueta que cubre las caderas, y fuelles en la espalda que permiten dar espacio al busto.
Un elástico a la talla reemplaza al rústico cordón, los hombros están más ajustados y la entrepierna es acortada.
Los múltiples bolsillos han sido también redimensionados con el fin de que el teléfono móvil que se transporta en el bolsillo del tobillo no cuelgue sobre el zapato, aseguró.
"Me da gusto que el ejército haya considerado este cambio. Puedo tener en adelante la apariencia de un soldado profesional. No estoy con los pantalones de mi hermano, ¿lo ve usted?.
Llevo algo que ha sido hecho para mí", resumió la comandante Robinson.
Si el proyecto es aprobado por las instancias superiores del ejército, como mínimo para 2012, habrán pasado cinco años de estudios para reformar el uniforme de combate femenino.
Las mujeres representan 14% de las fuerzas del ejército de tierra estadounidense, o sea un poco más de 160.000 efectivos.
Ya existe un uniforme femenino de servicio, utilizado en ceremonias y eventos sociales, de color azul turquesa, con una falda opcional, así como otro destinado a la "maternidad".
Pero el uniforme de combate femenino "es una primicia absoluta para el ejército.
Todos los otros uniformes han sido unisex", afirmó la ingeniera Harwood.
"¡La chaqueta es genial!", expresó la comandante Robinson, que ensayará con el nuevo uniforme a partir de enero de 2011 con unas 600 mujeres soldado.
"Al principio temí que fuera un poco ajustado al cuerpo, porque como mujer soldado no se trata de destacar las formas, sino que nos quede mejor", añadió.
El uniforme se fabricará en 13 talles contra los 37 que se hacen para los hombres y ningún retoque será autorizado sobre un uniforme 100% "made in USA" (hecho en EEUU), desde la tela hasta los botones de la bragueta.
Que serán los mismos para ambos sexos.
AFP
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