"Adiós. Estoy listo", fueron las últimas palabras de Bobby Wayne Woods quien recibió la inyección letal. Es la primera ejecución tras el receso por el "Día de Acción de Gracias" en EEUU.
Las autoridades de Texas ejecutaron a un hombre por la violación y asesinato de una niña de once años de edad en 1997, tras rechazar el argumento de la defensa de que éste no merecía la pena de muerte por su discapacidad mental.
Bobby Wayne Woods, de 44 años, recibió la inyección letal en una prisión en Huntsville (Texas), informó en un comunicado el Departamento de Justicia Criminal del estado.
Se trata de la primera ejecución de Texas tras el receso por el "Día de Acción de Gracias" en Estados Unidos.
Las autoridades permitieron que cinco familiares de la víctima y cuatro reporteros presenciaran la ejecución, programada en mayo de 1998. También estuvieron presentes cinco amigos y familiares del ejecutado.
Woods tenía 31 años cuando el 30 de abril de 1997, según las autoridades, éste entró por una ventana abierta a la casa de su ex novia, Schwana Patterson, en Fort Worth.
Allí golpeó y violó a su hija, Sarah Patterson, de once años, tras lo cual la llevó junto con su hermano, de nueve años, fuera de la casa a un cementerio cercano.
Woods degolló a la niña y golpeó sveramente a su hermano, a quien dejó por muerto. El niño fue testigo clave en el juicio contra Woods.
La defensa insistió en que Woods tenía un coeficiente intelectual de alrededor de 70 y leía a nivel de segundo grado.
En la actualidad, 322 hombres y diez mujeres se encuentran en el corredor de la muerte en Texas, entre ellos 98 son de origen hispano.
Desde 1982, el estado de Texas ha ejecutado a un total de 446 presos, de los cuales 23 se han realizado a lo largo de 2009.
El comunicado de las autoridades judiciales también detalló la última comida que solicitó Woods, que incluyó bistec de carne, pechuga de pollo, chuletas de cerdo, hamburguesas, cebolla frita, leche y pastel de chocolate.
EFE
Bobby Wayne Woods, de 44 años, recibió la inyección letal en una prisión en Huntsville (Texas), informó en un comunicado el Departamento de Justicia Criminal del estado.
Se trata de la primera ejecución de Texas tras el receso por el "Día de Acción de Gracias" en Estados Unidos.
Las autoridades permitieron que cinco familiares de la víctima y cuatro reporteros presenciaran la ejecución, programada en mayo de 1998. También estuvieron presentes cinco amigos y familiares del ejecutado.
Woods tenía 31 años cuando el 30 de abril de 1997, según las autoridades, éste entró por una ventana abierta a la casa de su ex novia, Schwana Patterson, en Fort Worth.
Allí golpeó y violó a su hija, Sarah Patterson, de once años, tras lo cual la llevó junto con su hermano, de nueve años, fuera de la casa a un cementerio cercano.
Woods degolló a la niña y golpeó sveramente a su hermano, a quien dejó por muerto. El niño fue testigo clave en el juicio contra Woods.
La defensa insistió en que Woods tenía un coeficiente intelectual de alrededor de 70 y leía a nivel de segundo grado.
En la actualidad, 322 hombres y diez mujeres se encuentran en el corredor de la muerte en Texas, entre ellos 98 son de origen hispano.
Desde 1982, el estado de Texas ha ejecutado a un total de 446 presos, de los cuales 23 se han realizado a lo largo de 2009.
El comunicado de las autoridades judiciales también detalló la última comida que solicitó Woods, que incluyó bistec de carne, pechuga de pollo, chuletas de cerdo, hamburguesas, cebolla frita, leche y pastel de chocolate.
EFE
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