El cine, la ceremonia de los Oscar y la deshumanización, por Fernando Carvallo [COLUMNA]

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En todas las civilizaciones el arte ha reflejado la realidad que viven los seres humanos y por eso mismo sus dolores más intensos y sus aspiraciones más inconfesadas. Así ha sido en el mundo andino, en Grecia y Roma de la antigüedad, en China, India y las civilizaciones africanas. En nuestra época, el cine es el arte que mejor revela lo que los seres humanos vivimos: la decepción de las guerras, la criminalidad, la corrupción, la desigualdad y las enfermedades. Pero vivimos también la esperanza de mejorar y alcanzar sueños de justicia, libertad y fraternidad. Pocas ceremonias hacen un balance de lo vivido durante el año pasado como la ceremonia de los Oscar, que desde hace 96 años entrega los premios más cotizados del cine internacional. En la ceremonia realizada anoche desfilaron actores y actrices, directores, productores, guionistas, músicos, especialistas en el vestuario, el maquillaje, los efectos especiales. La película más premiada fue Oppenheimer, dedicada al físico que contribuyó de manera decisiva a que Estados Unidos pudiese contar con la bomba atómica que puso término en 1945 a la segunda guerra mundial. Por su parte, Zona de interés, del cineasta británico Jonathan Glazer, obtuvo el Oscar a la mejor película internacional. Esta película es el relato escalofriante de la matanza industrial que se llevó a cabo en el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia. Cuando subió a la escena, Glazer dijo que su película significa un rechazo a la “deshumanización” del proceder de los nazis, inspirados por una ideología de superioridad racial y antisemita. Al levantar la estatuilla, Glazer afirmó que también en nuestros días asistimos a violencias deshumanizadoras. Y mencionó tanto el ataque terrorista perpetrado por el grupo palestino Hamas, como la matanza de palestinos actualmente en curso en la franja de Gaza. Glazer fue ovacionado. Algunos lamentan que la ceremonia de los Oscar se haya visto marcada por una declaración de tanta actualidad. Pero el cine ha sido siempre así. Indesligable de lo que los seres humanos vivimos y padecemos.

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