El burka es un signo de servidumbre y no religioso que atenta contra la dignidad de las mujeres, sostuvo el mandatario de Francia.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, aseguró que el burka es un "signo de servidumbre", por lo que no será bienvenido en Francia.
"No es un signo religioso, sino de servidumbre. Es un problema de libertad y de dignidad de las mujeres", afirmó ante la Asamblea Nacional y el Senado.
La declaración de Sarkozy se produce una semana después de que su Gobierno aceptase estudiar una ley que prohíba el uso del burka en Francia, una prenda de origen afgano que oculta completamente a la mujer tras una ancha túnica y sólo cuenta con una pequeña abertura a la altura de los ojos.
Dos días antes, un grupo de unos sesenta diputados de diferentes partidos pidió que se abriera una comisión de investigación sobre la proliferación de esa prenda, utilizada por miles de mujeres en Francia.
Desde que se formuló esta petición, en Francia se ha desatado una polémica similar a la que se produjo en 2004 respecto al velo islámico y que desembocó en una ley que prohíbe el uso de cualquier signo religioso en los lugares públicos, con atención especial a las escuelas.
La iniciativa ha reabierto un debate entre los defensores de las libertades individuales y los que consideran que éstas pueden ser limitadas en nombre del laicismo.
EFE
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