Antonia Salzano, madre de Carlo Acutis, estuvo presente este domingo en la ceremonia de canonización de su hijo en la Plaza de San Pedro. Su familia y ella fueron saludadas por el papa León XIV.
El papa León XIV canonizó este domingo a dos beatos italianos, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en lo que representa los primeros santos nombrados durante su pontificado.
De ambos, Carlo Acutis es el más cercano a la juventud actual, dado que en vida se caracterizaba por difundir la fe católica a través de internet. Su fallecimiento ocurrido en 2006, con apenas 15 años, lo ha convertido en el 'santo millennial' o 'el patrón de la web', como lo llaman sus devotos.
La ceremonia de santificación tuvo un momento muy emotivo cuando la madre de Carlo Acutis, Antonia Salzano, acompañada de su esposo e hijos, llegó hasta el atrio donde se encontraba el sumo pontífice, quien los recibió con una gran sonrisa y una bendición. ¿Qué se siente ser la madre de un santo? Antonia respondió esa y otras interrogantes a Vatican News.
Antonia Salzano: "Cada día recibimos noticias de milagros y conversiones"
Salzano indicó que la canonización de su hijo representa "la culminación de un camino de muchos años" durante el cual dijo haber recibido muchas "sorpresas maravillosas" de Carlo, como milagros y conversiones.
"Cada día recibimos noticias de milagros y conversiones. Así que los fieles estarán encantados. Estoy emocionada, pero también tranquila, serena, porque esta canonización tendrá los efectos que todos los fieles han estado esperando. Carlo tiene fieles en todo el mundo: de China, Japón, Estados Unidos, Latinoamérica. Me alegro especialmente por ellos. Creo que Carlo está tocando tantos corazones, tantas vidas, con su ejemplo, con su fe contagiosa, y eso me alegra mucho", aseveró.
Antonia dijo que su hijo le ha dejado muchos recuerdos hermosos, como "su gran fe, su gran devoción".
"Recuerdo que cuando organizaba la exposición sobre los Milagros Eucarísticos, estaba preocupado. 'Hay filas kilométricas en un concierto, en un partido de fútbol', decía, 'pero no veo esas filas frente al sagrario, donde reside la vida y la presencia real de Cristo'. Y lo recuerdo trabajando, cuando yo estaba de vacaciones, hasta las dos o tres de la mañana, y mi madre, que dormía con él, le decía: '¡Pero Carlo, deja que la Iglesia haga estas cosas!'. Pero él dedicaba todos los veranos a organizar todo. Le preocupaba que la gente comprendiera la importancia de la Eucaristía. Sin duda, el recuerdo más hermoso que tengo de Carlo es su generosidad, su amor por los demás y, sobre todo, por Dios", indicó.
Respecto a su propia vida como madre del primer santo 'millennial', Antonia consideró que su vida de fe "siempre será la misma".
"Espero que también podamos progresar, porque todos somos limitados, estamos en un camino, nuestro destino es el cielo. Pero la vida presenta obstáculos, fragilidades, tenemos tantas. Ojalá tuviera suficientes gracias para ayudarme a mí y a mi familia. Ojalá yo también pudiera seguir este camino de santificación. Pero ojalá todos los devotos de Carlo también pudieran recibir esta gracia. Él sirve de puente, un puente para llegar a Jesús", puntualizó.