Los miembros de la red, que se dedicaban al robo de coches, PC, objetos de valor, droga y armas, entre otros, eran cuidadosamente seleccionados.
La mafia georgiana, desmantelada el lunes en seis países europeos durante la "Operación Java", estaba organizada como un Estado, con diferentes niveles de responsabilidad para manejar las actividades criminales y las fuentes de ingresos, indicó el martes la policía austríaca.
La organización disponía de instancias jerárquicas perfectamente definidas, incluyendo carreras reglamentadas, leyes e incluso un sistema de ayuda mutua, indicó el martes un funcionario de la Oficina Federal de la Policía Criminal.
Tras la Operación Java --llevada a cabo simultáneamente en España, Italia, Francia, Austria, Alemania y Suiza-- fueron arrestadas 69 personas.
Entre los capturados figuran cuatro "padrinos" de la organización, detenidos en España y Austria, indicó la misma fuente.
Los dos altos mandos en Austria se encargaban del control de la caja común de la red, que permitía financiar algunas operaciones y también los costos de eventuales procesos judiciales.
Los miembros de la red --que se dedicaban al robo de coches, ordenadores, objetos de valor, droga y armas, entre otros-- eran cuidadosamente seleccionados y debían respetar la ley del silencio (omerta) común entre las organizaciones mafiosas.
Entre las reglas del grupo figuraban andar siempre bien vestido y utilizar en la medida de lo posible el transporte público, para minimizar el riesgo de ser controlados por la policía, señalaron las autoridades austríacas.
Los botines eran por lo general vendidos en Austria o enviados por correo o encomienda a Georgia.
La policía austríaca señaló también que un elevado número de los sospechosos georgianos detenidos eran toxicómanos, lo que explicaría por qué habrían aceptado unirse a la organización a cambio de estupefacientes.
Los sospechosos detenidos el lunes serán acusados, según el caso, de tráfico de droga y de armas, de lavado de dinero, de extorsión y de intento de homicidio, indicó el lunes una fuente judicial española.
AFP
La organización disponía de instancias jerárquicas perfectamente definidas, incluyendo carreras reglamentadas, leyes e incluso un sistema de ayuda mutua, indicó el martes un funcionario de la Oficina Federal de la Policía Criminal.
Tras la Operación Java --llevada a cabo simultáneamente en España, Italia, Francia, Austria, Alemania y Suiza-- fueron arrestadas 69 personas.
Entre los capturados figuran cuatro "padrinos" de la organización, detenidos en España y Austria, indicó la misma fuente.
Los dos altos mandos en Austria se encargaban del control de la caja común de la red, que permitía financiar algunas operaciones y también los costos de eventuales procesos judiciales.
Los miembros de la red --que se dedicaban al robo de coches, ordenadores, objetos de valor, droga y armas, entre otros-- eran cuidadosamente seleccionados y debían respetar la ley del silencio (omerta) común entre las organizaciones mafiosas.
Entre las reglas del grupo figuraban andar siempre bien vestido y utilizar en la medida de lo posible el transporte público, para minimizar el riesgo de ser controlados por la policía, señalaron las autoridades austríacas.
Los botines eran por lo general vendidos en Austria o enviados por correo o encomienda a Georgia.
La policía austríaca señaló también que un elevado número de los sospechosos georgianos detenidos eran toxicómanos, lo que explicaría por qué habrían aceptado unirse a la organización a cambio de estupefacientes.
Los sospechosos detenidos el lunes serán acusados, según el caso, de tráfico de droga y de armas, de lavado de dinero, de extorsión y de intento de homicidio, indicó el lunes una fuente judicial española.
AFP
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