Jones, pastor de la iglesia evangélica Dove World Outreach, insistió en que no dará marcha atrás, después de las expresiones de repulsa de políticos y líderes religiosos de todo el mundo.
El pastor cristiano Terry Jones anunció que, a pesar de las presiones recibidas, no cederá en su plan de quemar copias del libro sagrado del islam el próximo sábado con motivo del noveno aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Jones, pastor de la pequeña iglesia evangélica Dove World Outreach, de apenas 50 miembros, de la tranquila ciudad de Gainsville (norte de Florida), insistió hoy en que no dará marcha atrás, después de las expresiones de repulsa de políticos y líderes religiosos de todo el mundo.
La quema de un ejemplar del Corán por Terry Jones y sus escasos feligreses tiende a convertirse en todo un espectáculo mediático con decenas de medios de comunicación movilizados para recoger las escenas.
Su decisión ha trastornado profundamente la vida plácida de Gainsville, ciudad considerada una de las mejores para vivir y conocida principalmente por acoger a la Universidad de Florida (UF), una de las más grandes de EE.UU.
El predicador y los feligreses que asisten a esta pequeña iglesia tienen previsto proceder con la quema del Corán en la noche del sábado.
La Policía de Gainsville y el cuerpo de bomberos evalúan qué medidas tomar, ya que la iniciativa de Jones coincide además con la llegada de unos 90.000 seguidores de fútbol americano a la ciudad, así como un número indeterminado de periodistas y manifestantes contrarios a la acción del pastor.
Gene Prince, jefe del Departamento de Bomberos de la ciudad, señaló que ha denegado en dos ocasiones la petición de la iglesia de un permiso para encender una hoguera, ya que los fuegos no están permitidos bajo el código de prevención de incendios.
Por su parte, la Policía desplegará numerosos efectivos y establecerá ese día un punto de control en las cercanías del templo.
Estudiantes de la Universidad de Florida se plantean también la posibilidad de concentrarse en las inmediaciones de la iglesia, en las afueras de la ciudad, para protestar por este acto.
El principal diario local, The Gainsville Sun, ha colgado un anuncio pagado en su edición digital para recoger firmas en contra de la celebración de este acto.
En la petición se lee: "Por favor, no queme el Corán" y se exhorta a Jones a que abandone sus planes por el bien de la comunidad de Gainsville.
Mientras tanto, media docena de emisoras de televisión se encuentran instaladas en las inmediaciones del templo, fundado en 1986, y siguen de cerca las incidencias del caso del pastor Jones, quien ya llamó la atención el año pasado al imprimir una serie de camisetas en las que se leía "El islam es del diablo".
También se instalaron en vallas publicitarias carteles con las mismas palabras y que es además el título de un libro escrito por el polémico predicador.
El mes pasado, Jones anunció a través de la red social Facebook su intención de llevar a cabo el 11 de septiembre una quema del libro sagrado de los musulmanes con la propuesta del "Día internacional de la quema de un Corán" para "levantarse contra el diablo del islam".
Jones, natural de Cape Giradeau (Missouri), se defiende de los ataques con el argumento de que su acción no va dirigida contra los musulmanes moderados, sino contra los radicales, y que su mensaje es una "advertencia a los elementos radicales del islam".
El mensaje que dice querer trasladar a los musulmanes es que "EE.UU. no estará controlado por las amenazas y el miedo" y que "es tiempo de que América vuelva a ser América".
Pero hasta Stephan Baar, líder de la iglesia evangélica que Jones fundó en Alemania en la década los ochenta, ha expresado su sorpresa y rechazo a los planes del pastor estadounidense de quemar varias copias del Corán.
La iniciativa de Jones, quien dicen que siempre va armado, ha desatado los odios del mundo islámico y declaraciones de condena del Gobierno de Estados, el Vaticano, la Unión Europea y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, entre otros.
EFE
Jones, pastor de la pequeña iglesia evangélica Dove World Outreach, de apenas 50 miembros, de la tranquila ciudad de Gainsville (norte de Florida), insistió hoy en que no dará marcha atrás, después de las expresiones de repulsa de políticos y líderes religiosos de todo el mundo.
La quema de un ejemplar del Corán por Terry Jones y sus escasos feligreses tiende a convertirse en todo un espectáculo mediático con decenas de medios de comunicación movilizados para recoger las escenas.
Su decisión ha trastornado profundamente la vida plácida de Gainsville, ciudad considerada una de las mejores para vivir y conocida principalmente por acoger a la Universidad de Florida (UF), una de las más grandes de EE.UU.
El predicador y los feligreses que asisten a esta pequeña iglesia tienen previsto proceder con la quema del Corán en la noche del sábado.
La Policía de Gainsville y el cuerpo de bomberos evalúan qué medidas tomar, ya que la iniciativa de Jones coincide además con la llegada de unos 90.000 seguidores de fútbol americano a la ciudad, así como un número indeterminado de periodistas y manifestantes contrarios a la acción del pastor.
Gene Prince, jefe del Departamento de Bomberos de la ciudad, señaló que ha denegado en dos ocasiones la petición de la iglesia de un permiso para encender una hoguera, ya que los fuegos no están permitidos bajo el código de prevención de incendios.
Por su parte, la Policía desplegará numerosos efectivos y establecerá ese día un punto de control en las cercanías del templo.
Estudiantes de la Universidad de Florida se plantean también la posibilidad de concentrarse en las inmediaciones de la iglesia, en las afueras de la ciudad, para protestar por este acto.
El principal diario local, The Gainsville Sun, ha colgado un anuncio pagado en su edición digital para recoger firmas en contra de la celebración de este acto.
En la petición se lee: "Por favor, no queme el Corán" y se exhorta a Jones a que abandone sus planes por el bien de la comunidad de Gainsville.
Mientras tanto, media docena de emisoras de televisión se encuentran instaladas en las inmediaciones del templo, fundado en 1986, y siguen de cerca las incidencias del caso del pastor Jones, quien ya llamó la atención el año pasado al imprimir una serie de camisetas en las que se leía "El islam es del diablo".
También se instalaron en vallas publicitarias carteles con las mismas palabras y que es además el título de un libro escrito por el polémico predicador.
El mes pasado, Jones anunció a través de la red social Facebook su intención de llevar a cabo el 11 de septiembre una quema del libro sagrado de los musulmanes con la propuesta del "Día internacional de la quema de un Corán" para "levantarse contra el diablo del islam".
Jones, natural de Cape Giradeau (Missouri), se defiende de los ataques con el argumento de que su acción no va dirigida contra los musulmanes moderados, sino contra los radicales, y que su mensaje es una "advertencia a los elementos radicales del islam".
El mensaje que dice querer trasladar a los musulmanes es que "EE.UU. no estará controlado por las amenazas y el miedo" y que "es tiempo de que América vuelva a ser América".
Pero hasta Stephan Baar, líder de la iglesia evangélica que Jones fundó en Alemania en la década los ochenta, ha expresado su sorpresa y rechazo a los planes del pastor estadounidense de quemar varias copias del Corán.
La iniciativa de Jones, quien dicen que siempre va armado, ha desatado los odios del mundo islámico y declaraciones de condena del Gobierno de Estados, el Vaticano, la Unión Europea y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, entre otros.
EFE
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