El sábado, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Cho Hyun, manifestó que Seúl se encuentra “profundamente preocupado” por la detención de más de 300 ciudadanos surcoreanos durante un operativo de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) en una planta de Hyundai y LG, la cual ha sido calificada como “el mayor proyecto de desarrollo” en el estado de Georgia.
Más de 300 surcoreanos se encontraban entre las 475 personas arrestadas por autoridades migratorias estadounidenses en una planta conjunta de baterías Hyundai-LG en construcción en el estado sureño de Georgia, informó el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Cho Hyun.
Steven Schrank, agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional en Atlanta, indicó que la operación del jueves fue “la mayor redada en un solo sitio” realizada hasta ahora bajo la campaña nacional contra migrantes del presidente estadounidense Donald Trump.
El operativo se derivó de una "investigación criminal por supuestas prácticas laborales ilegales y graves delitos federales" en la planta conjunta Hyundai Motor-LG Energy Solution, ubicada en la localidad de Ellabell, señaló Schrank.
“Esto no fue una operación migratoria en la que los agentes ingresaron a las instalaciones, recogieron a las personas y las subieron a autobuses... Ha sido una investigación criminal de varios meses”, dijo.
Corea del Sur convoca reunión de emergencia
El ministro Cho convocó una reunión de emergencia en Seúl. “Estamos profundamente preocupados y sentimos una gran responsabilidad por este asunto”, afirmó, agregando que viajaría a Estados Unidos para mantener conversaciones en Washington si fuera necesario.
Por su parte, Schrank indicó que los detenidos estaban “ilegalmente presentes en EE. UU.” y “trabajando de forma no autorizada”, y que ahora se encuentran bajo custodia de ICE para un posible proceso de deportación.
Consultado sobre la redada en la Casa Blanca, Trump dijo: “Diría que eran inmigrantes ilegales, e ICE simplemente estaba haciendo su trabajo”.
Anteriormente, Corea del Sur había instado a Washington a respetar los derechos de sus ciudadanos.
“Las actividades económicas de nuestros inversionistas y los derechos e intereses legítimos de nuestros ciudadanos no deben ser injustamente vulnerados durante la aplicación de la ley estadounidense”, dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Lee Jae-woong, el viernes.
Algunos detenidos cruzaron ilegalmente la frontera, otros llegaron con visas que prohibían trabajar y otros excedieron la duración de sus visas laborales, indicó Schrank.
“Esta operación refuerza nuestro compromiso de proteger los empleos de los residentes de Georgia y de EE. UU., garantizar la competencia justa para las empresas que cumplen la ley, proteger la integridad de nuestra economía y resguardar a los trabajadores contra la explotación”, afirmó.
Inversiones millonarias de Seúl
El presidente Lee Jae Myung se reunió con Trump el mes pasado, y Seúl se comprometió a realizar inversiones por 350 mil millones de dólares en EE. UU. en julio.
Corea del Sur, la cuarta economía más grande de Asia, es un importante productor de automóviles y electrónicos con múltiples plantas en EE. UU. Sus empresas han invertido miles de millones de dólares para construir fábricas en el país con el fin de acceder al mercado estadounidense y evitar amenazas arancelarias de Trump.
Trump ha prometido revitalizar el sector manufacturero estadounidense, al tiempo que asegura que deportará a millones de inmigrantes indocumentados.
Hyundai indicó en un comunicado que “está siguiendo de cerca” la situación en el sitio de construcción en Georgia y “trabajando para entender las circunstancias específicas”.
“Hasta hoy, entendemos que ninguno de los detenidos está directamente empleado por Hyundai Motor Company”, dijo la empresa.
LG Energy Solution indicó que “está recopilando todos los detalles relevantes” y que “cooperará plenamente con las autoridades competentes”.