Tres heridas en la pierna izquierda, una en la derecha y otra en el glúteo son las marcas que quedaron en Josué Calvo, según un parte del Hospital Militar de Bogotá.
El soldado Josué Daniel Calvo, liberado por las FARC en las selvas del sur de Colombia, está bien de salud, aunque tiene secuelas por cinco heridas ocasionadas por arma de fuego, informaron fuentes médicas en Bogotá.
Calvo, que inicialmente llegó a Villavicencio (centro), capital del departamento del Meta, en donde se encontró con su padre, Luis Alberto Calvo, su hermana Nubia y su tía Gladys, tiene tres impactos de bala en la pierna izquierda y uno más en la derecha, según las primeras evaluaciones del Hospital Militar de Bogotá, adonde llegó trasladado.
Las heridas fueron causadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando secuestraron a Calvo tras un enfrentamiento con tropas del Ejército.
Según la directora del Hospital Militar, la coronel Nohora Inés Rodríguez, Calvo también tiene una herida en el glúteo, pero no reviste mayor gravedad porque solo afectó al tejido blando.
El militar también sufrió leishmaniasis cutánea y paludismo, enfermedades que fueron tratadas por los guerrilleros.
Según la página electrónica del diario "El Tiempo", los exámenes de laboratorio dieron resultados positivos, lo que indica que su sangre y su aparato urinario no presentan rastros de bacterias o virus que representen un riesgo para su salud.
Calvo deberá permanecer en el hospital al menos cinco días, tiempo en el cual será examinado por especialistas, entre ellos ortopedistas, que evaluarán la evidente cojera de Calvo.
El presidente de Colombia, Älvaro Uribe, saludó por teléfono desde Arauca al militar liberado.
"Mi soldado, ¿cómo está de salud? Sobre la noticia que teníamos de que tenía muchas dificultades de locomoción, de movimiento, ¿cómo se siente?", fueron las primeras palabras que el presidente dijo al soldado Calvo.
Uribe le manifestó que lo más importante era que le revisaran "los problemas de salud que presenta en su rodilla izquierda, "a ver cómo se puede mejorar".
Tras preguntarle por su familia, Uribe felicitó a Calvo por regresar a la libertad y le anunció que en los próximos días lo visitará en el Hospital Militar.
EFE
Calvo, que inicialmente llegó a Villavicencio (centro), capital del departamento del Meta, en donde se encontró con su padre, Luis Alberto Calvo, su hermana Nubia y su tía Gladys, tiene tres impactos de bala en la pierna izquierda y uno más en la derecha, según las primeras evaluaciones del Hospital Militar de Bogotá, adonde llegó trasladado.
Las heridas fueron causadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando secuestraron a Calvo tras un enfrentamiento con tropas del Ejército.
Según la directora del Hospital Militar, la coronel Nohora Inés Rodríguez, Calvo también tiene una herida en el glúteo, pero no reviste mayor gravedad porque solo afectó al tejido blando.
El militar también sufrió leishmaniasis cutánea y paludismo, enfermedades que fueron tratadas por los guerrilleros.
Según la página electrónica del diario "El Tiempo", los exámenes de laboratorio dieron resultados positivos, lo que indica que su sangre y su aparato urinario no presentan rastros de bacterias o virus que representen un riesgo para su salud.
Calvo deberá permanecer en el hospital al menos cinco días, tiempo en el cual será examinado por especialistas, entre ellos ortopedistas, que evaluarán la evidente cojera de Calvo.
El presidente de Colombia, Älvaro Uribe, saludó por teléfono desde Arauca al militar liberado.
"Mi soldado, ¿cómo está de salud? Sobre la noticia que teníamos de que tenía muchas dificultades de locomoción, de movimiento, ¿cómo se siente?", fueron las primeras palabras que el presidente dijo al soldado Calvo.
Uribe le manifestó que lo más importante era que le revisaran "los problemas de salud que presenta en su rodilla izquierda, "a ver cómo se puede mejorar".
Tras preguntarle por su familia, Uribe felicitó a Calvo por regresar a la libertad y le anunció que en los próximos días lo visitará en el Hospital Militar.
EFE
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