Decenas de personas se han afanado en las últimas horas para tener lista la bóveda familiar en la que descansarán los restos del ex gobernante argentino.
Río Gallegos, la ciudad natal de Néstor Kirchner, espera el cuerpo del ex presidente argentino para rendirle un último homenaje antes de recibir sepultura en el cementerio municipal.
Decenas de personas se han afanado en las últimas horas para tener lista la bóveda familiar en la que descansarán los restos del ex gobernante argentino, tras una breve e íntima ceremonia en la que participarán únicamente la familia y los amigos más cercanos.
Banderas argentinas a media asta, algunas con crespones negros, esperan el paso de la comitiva fúnebre, que avanzará desde el aeropuerto hasta el cementerio por el mismo recorrido que escogió Kirchner en 2003 para celebrar su triunfo en las elecciones presidenciales.
El camposanto amaneció hoy vallado para respetar la intimidad de la familia en la despedida del líder del partido peronista, aunque los efectivos de la policía que acordonan la zona reconocen que los vecinos de Río Gallegos, localidad ubicada 2.636 al sur de Buenos Aires, respetarán los deseos de la presidenta y de sus dos hijos.
El párroco de la ciudad oficiará un breve responso en la capilla del cementerio antes de que los restos de Néstor Kirchner sean introducidos en la bóveda de su tío Carlos Arturo Kirchner.
Medios locales especulan con la posibilidad de que no sea este el destino final de los restos del ex presiente, ya que, al parecer, la familia tenía previsto comprar su propia bóveda en el cementerio municipal.
Aunque la llegada de la comitiva fúnebre no se espera en la ciudad hasta la media tarde, decenas de personas han comenzado su vigilia al costado de la ruta y en las inmediaciones del cementerio a la espera de su llegada, portando flores y carteles de aliento.
"Conozco a Néstor desde pequeño. Seguí su carrera primero como alcalde, luego como gobernador de Santa cruz, y supe que sería el mejor presidente de la historia de los argentinos", indicó a Efe el sexagenario Ramón Becerra con lágrimas en los ojos.
"Como dijo Diego Maradona, Argentina perdió un gladiador", apuntó a su lado Elena Suárez y recordó que durante su gestión Kirchner "bajó la pobreza y el desempleo, hizo crecer al país y se enfrentó con el poder de las corporaciones, la prensa y el Fondo Monetario Internacional".
Sin salir todavía de su asombro por la inesperada muerte de Kirchner, Norberto, otro vecino de su ciudad natal, recordaba hoy emocionado que hace veinte días acudió al acto que el fallecido ex mandatario lideró en un club de boxeo de Río Gallegos en defensa de la provincia de Santa cruz, envuelta en un conflicto de poderes con la Corte Suprema.
Kirchner falleció el miércoles de un paro cardíaco en la sureña localidad de El Calafate (315 kilómetros al oeste de Río Gallegos), donde descansaba con su esposa, la actual presidenta Cristina Fernández, con la que el pasado fin de semana había viajado a pasar un día en su ciudad natal, que hoy llora su pérdida. EFE
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