Claudia Concha Ávila declaró ante el Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Sur que ella era víctima y no victimaria. Las pericias determinaron que ella ahorcó a su pareja en un hospedaje de Ushuaia, al sur de Argentina.
Era una relación tóxica y enfermiza. Aquella noche del 2 de diciembre de 2018, Claudia Concha Ávila (44) y su pareja Ezequiel Ponce (37) discutían como casi siempre ocurría. Insultos y golpes recíprocos eran el pan de cada día. La mujer tomó una piedra y le pegó en reiteradas ocasiones en la cabeza y los genitales. Finalmente, lo ahorcó con un pañuelo en un hotel de Ushuaia (sur de Argentina)
Sin embargo, la mujer dijo al Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Sur, que el hombre se había suicidado, y que ella era la víctima y no la victimaria. La mentira le duró poco: la justicia determinó que ella lo había matado. Claudia Concha Ávila ha sido imputada de “homicidio agravado por el vínculo” y cumplirá una pena mayor a 20 años.
La justicia argentina determinó que ella había montado una escena para hacer creer que el hombre se había quitado la vida ahorcándose con un pañuelo en el interior del baño de un hospedaje.
El diario El Tiempo detalla que la autopsia determinó que Ponce presentaba “hematomas de reciente data en la zona genital y lesiones en el sector de la cabeza, que pudieron ser provocadas con el objeto de aturdir, atontar o reducir la resistencia de la víctima”.
De acuerdo con la jueza María Cristina Barrionuevo, la violencia en la relación se encontraba “naturalizada”, dado que “no lograban advertir el límite para los mismos, los cuales se veían exacerbadas con la ingesta de alcohol y el consumo de estupefacientes”.
Este no sería el primer choque con la justicia que tiene Concha Ávila, pues también es investigada por haber provocado un incendio en el departamento de su exnovio, Kevin Jean Pierre Briand, en el año 2014.
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