Una crisis sanitaria sin precedentes sacude al país sudamericano, tras la detección de ampollas de fentanilo contaminadas con bacterias multirresistentes, responsables de al menos 96 muertes. La investigación avanza, pero persisten dudas sobre el subregistro de casos.
Argentina enfrenta una de las peores crisis sanitarias de su historia reciente, debido a la contaminación de ampollas de fentanilo, un opioide utilizado como analgésico y anestésico en entornos hospitalarios y que, hasta ahora, según las autoridades judiciales, ha provocado al menos 96 muertes en el país sudamericano.
El panorama aún puede empeorar, pues de acuerdo con fuentes judiciales citadas por diarios como Clarín de Argentina, las muertes relacionadas con la administración de este medicamento contaminado con bacterias multirresistentes podrían acercarse o superar el centenar en los próximos días. No obstante, de acuerdo a medios argentinos, el Ministerio de Salud reporta, hasta el momento, la mitad de las muertes del número indicado por la justicia.
La investigación, liderada por el juez federal Ernesto Kreplak, apunta a los laboratorios HLB Pharma y Ramallo como origen del problema.
El escándalo, que salió a la luz en mayo de 2025, ha generado conmoción en el país, especialmente en provincias como Santa Fe, Córdoba, Formosa, y las ciudades de Buenos Aires y Bahía Blanca, donde se distribuyeron las ampollas contaminadas.
La Agencia Nacional de Medicamentos (ANMAT) identificó dos lotes contaminados con bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, ambas resistentes a múltiples antibióticos, lo que complicó el tratamiento de las infecciones resultantes.
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¿Cómo se originó la crisis del fentanilo contaminado?
La alarma se disparó en mayo de 2025, cuando pacientes hospitalizados comenzaron a desarrollar infecciones bacterianas graves tras recibir fentanilo en unidades de cuidados intensivos (UCI).
Las investigaciones rastrearon el origen de la contaminación hasta los laboratorios HLB Pharma y Ramallo, responsables de producir las ampollas defectuosas.
De los cinco lotes producidos entre el 17 y el 20 de diciembre de 2024, dos (31.244 y 31.202) resultaron contaminados. El lote 31.244 no llegó a administrarse, pero el 31.202, con cerca de 155 000 ampollas, fue distribuido en Santa Fe, Formosa, la provincia y la ciudad de Buenos Aires, y Córdoba.
Se estima que aproximadamente 45 000 ampollas contaminadas fueron administradas a pacientes antes de que el resto fuera retirado del mercado. Las autoridades sanitarias y judiciales lograron localizar y poner en cuarentena las ampollas restantes, pero el daño ya estaba hecho.
Los pacientes, hospitalizados por afecciones no relacionadas, recibieron el medicamento para aliviar el dolor o como parte de procedimientos anestésicos, lo que derivó en infecciones fulminantes y, en muchos casos, paros cardiorrespiratorios.
Córdoba destaca como un caso anómalo: habiendo administrado 13 500 ampollas contaminadas, la provincia reporta solo dos muertes, lo que sugiere un posible subregistro.
Impacto por provincias: un subregistro preocupante en Córdoba
La letalidad del fentanilo contaminado varía significativamente entre las provincias afectadas. Santa Fe reporta el mayor número de víctimas, con 62 muertes confirmadas, seguida por la provincia de Buenos Aires con 28, Formosa con 3, y la ciudad de Buenos Aires con 1.
Sin embargo, Córdoba destaca como un caso anómalo: habiendo administrado 13 500 ampollas contaminadas, la provincia reporta solo dos muertes, lo que sugiere un posible subregistro. Según cálculos basados en la proporción de ampollas administradas por fallecimiento (338 ampollas por muerte en la ciudad de Buenos Aires), Córdoba debería registrar alrededor de 40 decesos.
Esta discrepancia ha llevado a la Justicia a profundizar la investigación, especialmente en la Clínica Vélez Sarsfield, donde se administraron 1 696 ampollas, pero solo se entregaron cuatro historias clínicas de casos sospechosos. En comparación, el Hospital Italiano de La Plata, con un número similar de ampollas (1 711), reportó 18 muertes.
Investigación en curso
La Justicia argentina mantiene bajo la lupa a 24 personas vinculadas a la producción y distribución del fentanilo contaminado. Los sospechosos, entre empleados y directivos de HLB Pharma y Ramallo, enfrentan prohibiciones de salida del país y congelamiento de bienes mientras se determina su responsabilidad.
El juez Kreplak ha asegurado que las ampollas contaminadas ya no circulan, pero la revisión de historias clínicas sigue revelando nuevos casos.
El dueño de HLB Pharma, Ariel García Furfaro, ha negado que las muertes sean atribuibles directamente a su producto, sugiriendo que las ampollas podrían haber sido contaminadas intencionalmente. Sin embargo, la ANMAT confirmó la presencia de bacterias en los lotes analizados, y la investigación se centra ahora en los controles de calidad aplicados durante la producción.
Muertes en cuestión de días
El impacto humano de esta crisis es devastador. De acuerdo con información de agencias de noticias como EFE o AFP, pacientes como Leonel Ayala, de 32 años, y Renato Nicolini, de 18, fallecieron en cuestión de días tras desarrollar infecciones graves.
En muchos casos, las víctimas estaban en proceso de recuperación de otras afecciones cuando el fentanilo contaminado desencadenó complicaciones fatales, como neumonía o paros cardiorrespiratorios.
No obstante, en medio de la tragedia hay historias excepcionales, como la de Giovanni, un bebé de tres meses, que, a la fecha, se viene recuperando de la administración del medicamento, según reportó este jueves el diario Clarín.