El viernes pasado el papa Francisco firmó el decreto que permitirá que Brochero, beatificado en 2013, sea canonizado próximamente.
Miles de personas celebraron en la central provincia argentina de Córdoba la próxima canonización del sacerdote José Gabriel Brochero, conocido popularmente como el "cura gaucho" y que ya tiene el aval del Papa Francisco para ser declarado santo.
Los fieles se congregaron ayer en un descampado de la villa que lleva el nombre de Brochero para la celebración de la misa de cierre de la denominada "semana brocheriana", que contó con la asistencia del presidente argentino, Mauricio Macri, y del gobernador cordobés, Juan Schiaretti.
"Brochero es el ejemplo de la Argentina que queremos. Él apostó en el futuro, trabajó cerca de la gente, fue un hombre positivo, siempre creyó en lo que hacía y eso es a lo que necesitamos", dijo Macri tras participar de la celebración religiosa.
Como cada 26 de enero, aniversario de la muerte de Brochero (1840-1914), la villa al pie de las sierras cordobesas que lleva su nombre acoge una multitud para recordar la figura del cura.
Pero esta vez, la "semana brocheriana" tuvo un sabor especial: el viernes pasado el Papa Francisco firmó el decreto que permitirá que Brochero, beatificado en 2013, sea canonizado próximamente, lo que lo convertirá en el primer santo nacido y muerto en Argentina.
El decreto reconoce un segundo milagro atribuido a la intercesión de Brochero, la recuperación de una niña que volvió a andar tras un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho.
El primer milagro del cura Brochero admitido por la Santa Sede fue el de Nicolás Flores, quien se recuperó de un accidente de tráfico sufrido cuando tenía solo once meses, que le dejó en estado vegetativo.
Nacido en Villa Santa Rosa (Córdoba), el cura Brochero desarrolló una inmensa labor misionera en una amplia zona de las serranías cordobesas, donde se desplazaba a caballo o en mula, hablando con la gente de campo, los gauchos, en su mismo lenguaje, un verdadero pastor con olor a oveja, como dice el Papa Francisco.
El sacerdote se destacó por su estilo evangelizador mediante los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola que solía llamar "baños del alma", su devoción mariana y su fortaleza ante las adversidades, entre ellas la lepra, que le causó la muerte.
El primer santo oficializado por el Vaticano y nacido en Argentina es san Héctor Valdivielso Sáez, también conocido como san Benito de Jesús (1910-1934), que a los cuatro años fue llevado por sus padres a España donde fue ejecutado durante la Revolución de Asturias, previa a la Guerra Civil Española.
EFE
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