Luiz Urzúa, comentó que algunos de sus compañeros sufrieron depresión y problemas psicológicos, e inclusive uno de ellos terminó en un centro psiquiátrico por la fuerte experiencia que vivieron.
Conscientes de los peligros que acechan ahora a los 12 niños y su entrenador rescatados de una cueva en Tailandia, algunos de los mineros que sobrevivieron 69 días atrapados en una mina en Chile hace ocho años, pidieron a las autoridades de ese país protegerlos del ruido mediático y los "estafadores".
"Lo más importante es que las autoridades y la familia protejan mucho a estos niños porque mucha gente solo quiere sacar provecho", recomendó Luiz Urzúa, uno de los 33 mineros que permaneció 69 días en la mina San José, en las entrañas del desierto de Atacama, en 2010.
Urzúa advirtió que la recuperación de esta experiencia de vida no es fácil. "Nosotros llevamos 8 años y todavía no podemos superar muchas cosas". Algunos sufren depresiones y otros problemas psicológicos, como José Ojeda, el autor del mensaje "estamos bien en el refugio los 33" al cabo de 17 días sin noticias, quien tuvo que ser internado en un centro psiquiátrico.
A pesar de la unión que demostraron en el largo encierro para sobrevivir, ahora muchos están peleados entre sí. Pero quizá lo más duro ha sido sentirse estafados por la jauría de abogados, productores y otros que querían explotar su historia. "Desaparecieron cuando nos sacaron toda la información", aseguró Urzúa, y lamenta que no fueran bien asesorados.
Cedieron los derechos de su historia
Aturdidos todavía por el encierro, el ruido mediático que generó uno de los rescates más arriesgados y cinematográficos de la historia de la minería mundial y las promesas de hacerles millonarios "cedieron todos los derechos a perpetuidad" a abogados y productores.
"A cada uno de nosotros nos dijeron que podríamos ganar 50 ó 60 millones de pesos (entre 77.000 y 92.000 dólares al cambio actual) y nos dieron media hora para firmar el contrato" en un bufete de abogados, dice otro minero Juan Carlos Aguilar.
Ahora un grupo de estos exmineros, entre los que se encuentran Arzúa y Aguilar, quieren revertir esta cesión de derechos, aunque carecen de dinero para ello.
Hoy no pueden contar ni su propia historia en un libro ni hacer una película que refleje fielmente lo que ellos sienten que pasó a más de 600 metros de profundidad durante esos largos meses. "No podemos ni vender una chapa de los 33", aseguró.
El operativo para rescatar a los 12 niños y su entrenador de fútbol en una cueva en Tailandia, y que se cobró la vida de un buceador, será llevada al cine por una productora de cariz religioso.
El pasado 11 de julio los menores tuvieron que ser sedados y dormidos para que no entraran en pánico y pudieran ser rescatados de las entrañas de la cueva en la que estaban atrapados. El operativo fue exitoso, pese a que tuvo un desenlace de suspenso, porque la electricidad y las bombas para sacar el agua dejaron de funcionar.
(Información de AFP)
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