El empresario estadounidense Bernard Keiser utiliza maquinaria para hallar un supuesto tesoro de oro, plata y joyas valorado en 10.000 millones de dólares dentro de la isla Robinson Crusoe.
La autorización oficial para realizar perforaciones exploratorias en busca de un gigantesco tesoro supuestamente oculto por piratas en el siglo XVIII en la isla Robinson Crusoe desató la polémica en Chile, al afectar un área protegida.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) confirmó este martes que autorizó por primera vez emplear maquinaria pesada en una área protegida de esta isla a pedido de Bernard Keiser, un empresario e historiador estadounidense que desde 1998 realiza faenas de seis meses para dar con un supuesto botín de joyas y lingotes valorado hace una década en 10.000 millones de dólares.
El Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández, donde se encuentra esta isla, ostenta la condición de Reserva de la Biosfera desde 1977.
En la pequeña isla Robinson Crusoe -ubicada en medio del océano Pacífico, a unos 700 km de distancia del territorio continental chileno- Keiser busca desde hace 20 años este gigantesco tesoro de varias toneladas de oro, plata y joyas, que habría sido enterrado allí en 1714 por piratas.
Keiser solo había usado fuerza humana en su búsqueda pero ahora fue autorizado a ingresar maquinaria "teniendo presente que esta actividad estará limitada a un terreno de 20x20 metros (400mt2), el que ha sido debidamente analizado y aprobado por los organismos competentes", según indicó la Conaf en un comunicado.
Pero, de acuerdo al Consejo de Guardaparques, la autorización "viola" una prohibición de resguardo de parques nacionales de remover o extraer suelo, hojarasca, humus, turba, arena, ripio, rocas o tierra, además de contrariar otras disposiciones.
Empresario textil, que abastecía a la NASA de tela para trajes espaciales y confección de cortinaje antiflama, Keiser comenzó su búsqueda en 1998 sustentado en documentos originales de principios del siglo XVIII heredados de antiguos habitantes de la isla, que luego verificó personalmente en los archivos históricos de España y Gran Bretaña.
En dos décadas de trabajo, financiado con su fortuna personal, ha encontrado objetos como botones forrados de plata o restos de una antigua porcelana china, que encajan con su teoría según la cual navegantes y corsarios europeos utilizaron este territorio remoto como refugio y escondite de tesoros en sus correrías por el Pacífico Sur.
La búsqueda se concentra en el sector de Puerto Inglés, al oeste de la isla, donde cuenta también la leyenda que en una cueva habitó el marinero escocés Alexander Selkirk, cuyas aventuras en solitario inspiraron a Daniel Defoe para escribir "Robinson Crusoe", la famosa novela que le dio nombre a la isla.
AFP
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