Los científicos de la Universidad de Talca indicaron que la prueba tiene un costo bajo tanto en producción como en costos de procesamiento. Además, decidieron no patentarla para que pueda ser desarrollada en los países del mundo que requieran un sistema de pruebas masivo.
Un grupo de científicos en Chile creó un test de detección de la COVID-19 de bajo costo y no patentaron la técnica para que cualquier país del mundo que tenga problemas en efectuar testeos pueda usarlo y fortalecer su rastreo de casos de la enfermedad.
Según explicaron, se trata de una variedad de examen ‘low cost’, tanto en producción como en los costos de procesamiento de las pruebas, con instrumentos ya existentes en casi cualquier laboratorio epidemiológico en cualquier lugar del planeta.
La prueba es similar al actual PCR utilizado a nivel internacional y recoge mucosa del paciente por medio de la introducción de un hisopo por la nariz; sin embargo, es el sistema de procesado de la muestra lo que la distingue.
El procesado podría abarcar unas 2 400 muestras diarias y el precio de cada prueba rondaría un dólar. Además, tiene una efectividad de 93% comprobada y con resultado en 3 segundos.
Rapidez en resultados
La Universidad de Talca, en la céntrica región chilena de Maule, se encargó de desarrollar la prueba y la investigación fue publicada en la revista científica Natura.
Al respecto, el profesor Leonardo Santos, quien lideró la investigación y es encargado del Laboratorio de Síntesis Asimétricas de la Universidad de Talca, dijo que la clave del bajo precio y rapidez en los resultados se basa en el análisis de las muestras mediante la espectrometría de masas.
"Un logro fue identificar biomarcadores proteicos del virus en las muestras y con eso tuvimos precisión en la identificación de los pacientes positivos", sostuvo.
Agregó que una vez que consiguieron detectar las proteínas particulares de la COVID-19, pueden detectarse en las pruebas realizadas a personas y determinar su contagio en relación a la masa de cada proteína.
Para realizar la espectometría se necesita el equipo MALDI-MS, que debería tener cualquier laboratorio de diagnóstico clínico del mundo.
Sin patentes para rápida implementación
Respecto de la decisión de no patentar la investigación, el profesor Santos indicó que así no demorará en ser desarrollada en cualquier parte del mundo que necesite aplicar rápidamente sistemas masivos de pruebas.
El bajo precio de los test y la disponibilidad inmediata de los equipos para procesar, debería servir para implementar estrategias de rastreo y testeo de casos probables, sospechosos o asintomáticos de la COVID-19.
En tanto, la química de la Universidad Autónoma de Chile, Fabiane Manke, que también integra el equipo de Santos, junto a otros dos investigadores dijo que la idea era implementar la prueba a nivel internacional.
"Se puede emplear la técnica en todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica, donde los recursos para la compra de reactivos y kits de PCR a veces son menores. Además es una metodología muy barata que facilita el análisis de gran cantidad de muestras", dijo Manke.
Practicidad ante rebrotes
América es el continente más afectado por el nuevo coronavirus, con 9.8 millones de casos confirmados y 367 934 decesos, de acuerdo con datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estados Unidos y Brasil son los dos países del mundo más afectados por la pandemia, tanto a nivel de contagios como de muertes, y México, Perú, Chile y Colombia están dentro de los 10 con más contagios a nivel internacional.
Datos poco alentadores en una región que desde febrero ve crecer las estadísticas sin atisbo de relajación, pero que gracias a un sistema de detección de casos masivos podrían ralentizar las tendencias, por lo que este test barato, de disponibilidad inmediata y con rapidez de resultados sería una solución preventiva hasta la llegada de una vacuna.
(Con información de EFE)
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