El rey Felipe VI, de 50 años, llegó a trono de España en el 2014 cuando el país se encontraba en medio de una grave crisis económica y una pérdida de confianza hacia la monarquía.
Felipe Juan Pablo Alfonso de todos los santos de Borbón y Grecia es más conocido como Felipe VI. Desde el 2014, cuando fue proclamado rey de España, se convirtió en una de las figuras más respetadas de la escena internacional, especialmente en América Latina.
Desde muy joven, su padre, el rey Juan Carlos I, le encomendó la tarea de ser su representante en la toma de mando de varios líderes de la región, con el objetivo de entrenarlo para asumir el cargo con un estilo propio.
Quienes se refieren al rey resaltan su sencillez y su deseo continuo de aprendizaje. A los 18 años ingresó a las Fuerzas Armadas y se especializó como piloto de helicópteros. También es gran aficionado del deporte y practica esquí, squash y vela, gusto heredado de su padre y de su abuelo.
Culminada su carrera militar, se licenció en Derecho en la Universidad de Madrid; además tiene una maestría en Relaciones Internacionales y habla perfectamente inglés y francés.
Boda con Letizia y asunción al trono
En 2003 contrajo matrimonio con Letizia Ortiz, una periodista divorciada, con quien tiene dos hijas, la princesa de Asturias Leonor y la infanta Sofía.
Hace cuatro años asumió una difícil tarea al suceder a su padre en el trono. En ese momento, el país se encontraba en una grava crisis económica y la población veía con rechazo ciertos comportamientos de la nobleza, como la cacería de elefantes que hizo don Juan Carlos en Botsuana. El viejo monarca se disculpó públicamente por esta frivolidad y comprendió que eran tiempos de cambio.
Entonces, Felipe VI tomó la batuta y prometió un reinado más cercano a la gente. “La corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza y para ello velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta integra”, dijo en su primer discurso como rey tras su proclamación.
Hoy su misión no se hace más sencilla. En medio de cambios políticos y sociales, el rey de 50 años busca mantener la unidad de un país que parece haber perdido la fe en la monarquía, institución que hizo mucho por el fortalecimiento de la democracia española.
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