Desde 2010, el departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional del ICE (HSI) ha arrestado a más de 7.000 individuos por tráfico de personas.
Las autoridades estadounidenses arrestaron a 1.437 personas acusadas de tráfico humano en el año fiscal 2015 e identificaron a unas 400 de sus víctimas, la mayoría sometidas a trabajo forzoso o explotación sexual.
Estas cifras son similares a las del año fiscal 2014, en el que hubo 987 investigaciones, 1.770 arrestos y se identificaron más de 440 víctimas, según datos facilitados a Efe por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Este enero es el sexto desde su proclamación por el presidente Barack Obama como el mes Nacional de la Prevención de la Esclavitud y el Tráfico Humano, con motivo del cual el ICE intensifica sus campañas de concienciación entre la población.
Desde 2010, el departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional del ICE (HSI) ha arrestado a más de 7.000 individuos por tráfico de personas.
Uno de los casos destacados del año fiscal 2015, que terminó el pasado 30 de septiembre, fue el arresto de 29 personas en ocho estados por traficar con más de 13 mujeres y niñas de México y Centroamérica en una red de prostíbulos del sureste de Estados Unidos.
Este es el caso con mayor número de cargos formulados, 41, de todas las investigaciones de tráfico humano que ha llevado a cabo el HSI en su historia.
Uno de los abusos comunes en las personas víctimas del tráfico humano es la explotación doméstica. Ese fue el caso de un militar de Qatar y su mujer, que trajeron dos empleadas a Texas y las mantuvieron en condiciones "primitivas" bajo la amenaza de la cárcel.
El HSI logró arrestar en el último año fiscal a uno de sus fugitivos más buscados, Paulino Ramírez-Granados, quien junto a su familia y a una red de colaboradores se dedicaba a enamorar mujeres jóvenes para forzarlas después a la prostitución en México y llevarlas más tarde a Nueva York para continuar los abusos.
En este caso se identificaron 26 víctimas y 19 traficantes.
"Nuestros agentes especiales trabajan de manera incansable para acabar con las redes de traficantes y para ayudar a las víctimas, pero queda mucho por hacer", dijo en un comunicado la directora del ICE, la hispana Sarah R. Saldaña.
"Los esfuerzos de las fuerzas de seguridad son cruciales, pero también es importante educar al público para que reconozca las señales de posible tráfico", añadió.
El tráfico de personas es uno de los crímenes más crueles que investiga el ICE, ya que en los peores casos es similar a una esclavitud moderna.
Las víctimas pagan para ser llevadas ilegalmente a Estados Unidos y una vez allí son forzadas a la prostitución, al trabajo forzado y a otras formas de servidumbre para pagar las deudas que han contraído en su peligrosa travesía.
En algunos casos, las víctimas son simplemente niños que se encuentran rodeados de una cultura y un lenguaje con los que no están familiarizados, sin documentos de identificación y temiendo por su vida y las vidas de sus familiares.
Las víctimas, una vez en Estados Unidos, se quedan en la sombra, sin poder denunciar los abusos, y con miedo.
Por ello el ICE mantiene campañas públicas en las que pide a los ciudadanos que acudan a las autoridades si ven algún tipo de actividad sospechosa a su alrededor.
En el mundo se han detectado al menos 510 flujos de tráfico de personas, con víctimas de 152 nacionalidades identificadas en 124 países, según el más reciente informe de Naciones Unidas, que abarca el periodo 2010-2012.
El 72 % de los traficantes arrestados corresponde a hombres y el 28 % a mujeres, mientras que el 49 % de las víctimas son mujeres adultas y el 33 % niños, según los mismos datos.
EFE
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