Jayme Closs fue hallada el jueves por la tarde a un centenar de kilómetros al norte del pueblo donde vivía con sus padres. La menor apareció pidiendo ayuda a una mujer que paseaba a su perro en un pueblo rural de Winsconsin (EE.UU).
Luego de casi tres meses de cautiverio, una adolescente de 13 años, que desapareció el mismo día que sus padres fueron asesinados, reapareció a unos 50 kilómetros al norte de Barron, su pueblo de origen, en Wisconsin, al norte de Estados Unidos.
La adolescente Jayme Closs logró escapar de su secuestrador y pidio ayuda a una vecina que estaba paseando a su perro en Gordon, una pequeña localidad de 600 habitantes, próxima a la frontera con el estado de Minnesota. La policía fue alertada y 10 minutos más tarde detuvo a Jake Thomas Patterson de 21 años, señalado como el principal sospechoso del secuestro y del asesinato de los padres de la menor.
La joven es natural de Barron, una localidad de 4.000 habitantes, donde desapareció el pasado 15 de octubre después de que los agentes locales encontraran a sus padres muertos por varios disparos en su casa. Ayer jueves, apareció tras 87 días de búsqueda.
Cuando Closs se acercó a la vecina para pedir ayuda, en torno a las cinco de la tarde, presentaba un aspecto descuidado y llevaba unos zapatos varias tallas más grandes que la suya, según el testimonio de la mujer.
"Era como ver a un fantasma [...] Parece que no había podido bañarse o lavarse", contó a la prensa local la mujer, Peter Kasinskas, quien logró reconocer a la menor por los carteles que referían sobre su desaparición.
La mujer contó que la menor le dijo quién era el responsable de su encierro, lo identificó e incluso dio el color y la marca de su vehículo, y aseguró que no lo conocía antes de la muerte de sus padres.
Esto permitió que la policía lograra ubicarlo por estas características y detenerlo. "Uno de mis hombres se cruzó con un vehículo que se correspondía con la descripción, lo paró y detuvo al sospechoso", indicó el sheriff de Gordon, Thomas Dalbec.
Las autoridades consideran que la joven era el único objetivo del sospechoso. Según los servicios de emergencia la joven se encuentra en observación, a salvo y en buen estado de salud, aunque su familia pidió respeto para su intimidad.
El pasado 15 de octubre James Closs, de 56 años, y su esposa Denise de 46, fueron asesinados en su domicilio. La Policía encontró los cuerpos pero no a su hija adolescente. Las autoridades y los habitantes de Barron, conmocionados por la noticia, emprendieron la búsqueda de la menor, pero sus esfuerzos no dieron resultado y, poco a poco, se perdieron las esperanzas de encontrarla con vida.
Los familiares de Jayme expresaron su emoción al saberla con vida. "Voy a abrazarla, a apretarla con fuerza", declaró su abuelo, Robert Naiberg, al diario Star Tribune de Mineápolis; mientras que su tío Jeff Closs declaró: "Pensábamos que esto iba a acabar de otra forma, así que estamos felices de que esté bien, aunque no sabemos exactamente cómo está". (Con información de EFE y AFP)
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