El comandante del Mando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses aseguró que el operativo fue un esfuerzo de varias agencias y que se diseñó para evitar bajas civiles. Agregó que el líder yihadista se suicidó al detonar una bomba y que las fuerzas especiales lograron recuperar sus restos para identificar su ADN.
El Pentágono difundió este miércoles las primeras imágenes de la operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos del pasado fin de semana en Siria, en la que murió el líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi.
En conferencia de prensa, el comandante del Mando Central de las Fuerzas Armadas (CENTCOM), General Frank McKenzie, explicó que la operación contra Bagdadi fue un esfuerzo coordinado entre varias agencias, luego de que se conociera el lugar exacto de su escondite.
“Cuando quedó claro que logramos inteligencia sobre su escondite desarrollamos un plan de nivel de ejecución para capturarlo o matarlo y así preparamos un equipo de fuerzas especiales para la misión”, sostuvo el general.
Operativo diseñado para evitar bajas de civiles
El general explicó que la misión que se realizó con un helicóptero de asalto por fuerzas especiales estadounidenses en Siria estuvo diseñada para evitar que los terroristas del EI los detecten y para evitar bajas civiles. Agregó que el complejo donde el líder yihadista se ocultaba estaba ubicado en la provincia de Idlib al noreste de Siria.
“Con las fuerzas de asalto rodeando el complejo, en varias ocasiones urgimos a quienes estaban dentro a que salgan de forma pacífica (…) Quiero dejar en claro que pese a la naturaleza de esta operación se hicieron todos los esfuerzos para evitar bajas civiles y proteger a los menores dentro del complejo”, dijo.
Suicidio y confirmación de identidad
Agregó que cuando se dio el momento de la captura por parte de las fuerzas estadounidenses, Al Bagdadi detonó una bomba que llevaba consigo, la cual acabó con su vida y la de dos menores. Luego de esto, los militares aseguraron el complejo y lograron recuperar restos del líder yihadista para su identificación por ADN.
“El análisis mostró una coincidencia directa entre las muestras y produjo un nivel de certeza de que los restos pertenecían a Al Bagdadi de 1 en 104 septillones. Los restos de Al Bagdadi fueron arrojados al mar de acuerdo con la ley de conflicto armado, dentro de las 24 horas de su muerte”, comentó.
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