Fuentes de la Casa Blanca revelaron que el presidente de EE.UU. había perdido la confianza en James Comey.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, pensó en despedir al director del FBI, James Comey, desde el momento en el que fue elegido en los comicios de noviembre pasado, afirmó la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
"El presidente perdió confianza en el director Comey y, sinceramente, estaba pensándolo desde el día en el que fue elegido", afirmó Sanders, quien dijo que Trump tomó la decisión final este martes.
En una rueda de prensa, la portavoz explicó que Trump conversó con el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, y con su "número dos", Rod Rosenstein, el lunes, cuando le transmitieron sus preocupaciones sobre el comportamiento de Comey y el mandatario les pidió que lo pusieran por escrito. A continuación, Sessions y Rosenstein escribieron los documentos en los que Trump se basó para en una carta, hecha pública ayer, notificar a Comey su destitución "con efecto inmediato".
No había confianza. La portavoz explicó que Trump había ido perdiendo confianza en Comey "durante los últimos meses" y que, por ello, tomó la decisión de despedirle, a pesar de que durante la campaña presidencial alabó la decisión de Comey de abrir una nueva investigación sobre los correos de la demócrata Hillary Clinton.
La razón oficial del despido de Comey es la mala gestión que hizo de la investigación de los correos electrónicos de Clinton, pero los demócratas y algunos republicanos creen que, en realidad, Trump está tratando de controlar la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones.
Sin embargo, la portavoz aseguró que la Casa Blanca "anima" al FBI a seguir con sus investigaciones, aunque consideró que no es necesario nombrar a un fiscal independiente, como han pedido legisladores demócratas y algunos republicanos para garantizar un examen exhaustivo de los hechos. (EFE)
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