Diez años después, la desaparición de un empresario, cuya mujer y cuatro hijos fueron encontrados muertos en el jardín de su casa, sigue siendo uno de los mayores enigmas de los últimos años en Francia.
Diez años después de la desaparición de un empresario cuya mujer y cuatro hijos fueron encontrados muertos en el jardín de su casa, el misterio sobre este crimen, uno de los mayores enigmas de los últimos años en Francia, sigue intacto.
En abril de 2011, la familia Dupont de Ligonnès, un matrimonio y sus hijos de entre 13 y 21 años, llevaba varios días sin dar señales de vida cuando la fiscalía abre una investigación por su desaparición.
El horror aparece ante los ojos de los investigadores cuando hayan enterrados bajo la terraza de la casa familiar de Nantes (oeste), envueltos en sábanas y cubiertos de cal, los cuerpos de Benoît, Anne, Thomas, Arthur y de su madre, Agnès, con al menos dos disparos en la cabeza cada uno.
Las autopsias revelaron que fueron víctimas de una "ejecución metódica", en palabras del entonces fiscal de Nantes, Xavier Ronsin.
El padre, Xavier Dupont de Ligonnès, un empresario de escaso éxito, de familia aristocrática y católica, fue visto por última vez el 15 de abril de 2011, alejándose a pie de un hotel de carretera en Roquebrune-sur-Argens (sureste) con una especie de mochila al hombro.
Desde entonces, nada. ¿El principal sospechoso se suicidó? ¿Huye desde hace diez años? Estas preguntas siguen sin respuesta y despiertan una fascinación por el caso que se extiende más allá de Francia.
"Florecen las más variadas hipótesis y todo el mundo proyecta sus fantasías o emociones en un guion cuyo desenlace aún no se conoce", subraya Xavier Ronsin, que recuerda informes en los que el sospechoso fue visto "en los lugares más inverosímiles".
Un gran suceso
En una década, este hombre nacido en Versalles en 1961 fue "visto" en innumerables ocasiones y los investigadores creían estar en la pista correcta al descubrir restos humanos en 2015 cerca de Fréjus (sureste) y luego cuando los fieles de un monasterio informaron, a finales de 2017, sobre la presencia de un monje parecido al padre de familia.
Pero los huesos no eran suyos y el monje no era Xavier Dupont de Ligonnès.
El ADN también demostró que un jubilado francés, detenido gracias a un "chivatazo anónimo" en el aeropuerto de Glasgow en octubre de 2019, tampoco era el sospechoso del asesinato múltiple.
Si bien se desconoce su paradero, el tiempo permitió ahondar en todos los rincones del pasado de un hombre cargado de deudas, católico practicante y de la vieja nobleza.
Xavier Ronsin señala que los seis habitantes del número 55 del bulevar Robert Schuman de Nantes vivían en "un ambiente familiar de clase media francesa, casi banal y clásico".
Ha habido muchos documentales sobre el caso, como el que se estrenó en Netflix en el verano boreal de 2020 (Misterios sin resolver), uno de los varios ejemplos de la atracción por este asesinato.
El entorno de Xavier Dupont de Ligonnès es objeto de fascinación, en particular su madre Geneviève y su hermana Christine, que dirigen un grupo de oración de inspiración católica tradicionalista, sospechoso de derivas sectarias.
Otro tema recurrente es el interés de este padre de familia por Estados Unidos, donde afirma haber sido exfiltrado en una carta recibida por varios familiares a principios de abril de 2011.
El caso es "el mayor suceso de este principio de siglo", según Fabrice Drouelle, que presenta el programa de radio "Affaires sensibles" ("Casos delicados") en la emisora pública France Inter.
"Todo el mundo quiere hacer su propia investigación, tener su propia opinión. Todos nos convertimos un poco en periodistas o policías al investigar", resume.
AFP
Comparte esta noticia