El Estado francés cuenta ya con casi el 84% de las acciones de EDF, otrora empresa estatal; un 1% pertenece a los trabajadores y el 15% restante son acciones institucionales e individuales.
El Gobierno de Francia tiene la intención de hacerse con el control del cien por cien del capital social de la compañía energética Électricité de France (EDF) con el objetivo de reforzar la independencia energética del país galo, según ha confirmado la primera ministra gala, Élisabeth Borne, durante un discurso ante la Asamblea Nacional.
En su discurso de política general ante la nueva Asamblea Nacional salida de las elecciones legislativas de junio, que marca el verdadero comienzo de la andadura de su Gobierno, Borne dijo que el Estado tendrá "el 100 %" del capital de Electricité de France (EDF), que se encuentra en una situación financiera difícil, lastrada por una fuerte deuda.
"Confirmo hoy la intención del Estado de poseer el 100% del capital de EDF", de cara a "reforzar su capacidad para llevar a cabo lo antes posible proyectos ambiciosos e indispensables para nuestro futuro energético", agregó Borne.
Promesas de campaña y panorama en Europa
La renacionalización de EDF supondrá dar cumplimiento a una de las promesas lanzadas durante la campaña para su reelección el pasado mes de marzo por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien había defendido la nacionalización de la compañía para reforzar la independencia energética francesa y como pilar de la estrategia para lograr la ambición de cero emisiones mediante la construcción de nuevas plantas nucleares.
La primera ministra, que consideró que la nacionalización total permitirá a EDF diseñar "proyectos ambiciosos", insistió en que "la transición energética pasa por la energía nuclear" que "es una energía descarbonizada, soberana y competitiva".
Insistió en que su Ejecutivo quiere controlar la producción de electricidad y de "garantizar nuestra soberanía" frente a los efectos de la invasión rusa de Ucrania. "No podemos seguir dependiendo del petróleo y el gas rusos", afirmó.
Borne avanzó que en septiembre se definirán objetivos de reducción de las emisiones de carbono por sectores y por territorios y anunció que "queremos ser y seremos la primera gran nación ecológica que abandonará los combustibles fósiles".
"Es la garantía de nuestra soberanía energética, de la preservación del poder adquisitivo, indicó antes de afirmar que para sustituirlos se levantarán nuevas actividades industriales generadoras de empleos.
Sobre la compañia eléctrica EDF
Recordar que el Estado francés cuenta ya con casi el 84% de las acciones de EDF, otrora empresa estatal; un 1% pertenece a los trabajadores y el 15% restante son acciones institucionales e individuales.
Además, el anuncio se produce cuando el grupo, muy endeudado, enfrenta además una serie de desafíos como la construcción de nuevos reactores EPR anunciada por Macron o problemas de corrosión en tuberías de varios de sus 56 reactores.
La acción de EDF recibió positivamente la noticia en la Bolsa de París, donde progresó 5,56% a 8,28 euros (8,44 dólares) hacia las 15H45 (13H45 GMT). Antes de las declaraciones de Borne, la cotización caía un 5%.
Por otro lado, la compañía completó el pasado mes de abril una ampliación de capital de 3 150 millones de euros, en la que el Estado suscribió unos 2 700 millones equivalentes a su peso en la empresa.
La finalidad es financiar las operaciones de desarrollo del Grupo entre 2022 y 2024; reforzar la calificación crediticia y su acceso a los mercados de financiación; y de manera más general, para fortalecer la flexibilidad financiera de la eléctrica.
La 'utility' francesa obtuvo en 2021 un beneficio neto atribuido de 5 113 millones de euros, lo que supone prácticamente ocho veces más que el resultado de 650 millones de euros contabilizado el ejercicio precedente, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 11,3 por ciento, hasta 18 005 millones.
Asimismo, durante el pasado ejercicio la compañía alcanzó una cifra de negocio de 84 461 millones de euros, un 22,3 por ciento por encima de los ingresos contabilizados en 2020. Sin embargo, la deuda financiera neta de EDF se incrementó hasta los 43 000 millones de euros.
La eléctrica comenzó a cotizar en Bolsa en 2005 y llegó a alcanzar un precio máximo histórico por encima de 75 euros en noviembre de 2007, frente a algo menos de 9 euros en la actualidad.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)
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