El ultraderechista Matteo Salvini era el ministro más influyente de Italia y, tras somper su alianza con primer ministro parecía estar a un paso de tomar su puesto. Sin embargo, una inesperado unión lo impidió: la de la izquierda y sus propios exaliados.
Tras casi un mes de crisis política, Italia tiene ya nuevo Gobierno, una coalición entre el partido populista-antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el socialdemócrata Partido Demócrata (PD), que encabezará Giuseppe Conte y que juró este jueves sus cargos. Esta nueva alianza para gobernar se da entre partidos tradicionalmente rivales, pero que se unieron a partir de un objetivo en común: evitar que el ultraderechista Matteo Salvini, líder de La Liga Norte y hasta unos meses aliado del propio M5S, se haga primer ministro.
En Italia, el primer ministro (el jefe del Ejecutivo) es elegido por el Parlamento, por lo que el partido con la mayoría es el que tiene la capacidad para designarlo. En las elecciones del 2018, sin embargo, ningún partido llegó a una mayoría, por lo que estos se vieron obligados a forjar alianzas. Así, Salvini llevó a su partido de extrema derecha, de tinte antimigración y calificado por sus opositores de xenófobo, al gobierno en alianza con el M5S apenas en mayo del año pasado. Giuseppe Conte, un profesor cercano al partido populista, fue designado como primer ministro y Salvini ocupó el puesto del ministro del Interior, desde donde hizo notar su mano dura, rechazando la llegada de refugiados y a las misiones humanitarias.
Alianza rota, alianza nueva
Sin embargo, a mediados de este año las tensiones entre la Liga Norte de Salvini y el M5S crecieron, particularmente a raíz del manejo del caso del barco Sea Watch, en el que Salvini denunció a una activista alemana que salió en un barco a rescatar migrantes a los que Italia se negó a recibir. En agosto, el ministro del Interior presentó una moción para censurar a su propio primer ministro, lo que provocó la renuncia -el 20 de este mes- de Conte, quien se fue acusando a su ministro de ser un oportunista político. Ese fue el fin de la alianza. La cancha, aparentemente, estaba servida para que Salvini pase a ser primer ministro.
En medio de la crisis por la disolución de la alianza de gobierno y ante un inminente acuerdo entre los partidos de derecha para que Salvini llegue a ser primer ministro, se dio un desarrollo inesperado: el M5S y el PD, rivales desde que el primer entró a la política italiana en el 2009, acordaron forma una alianza. Con esta nueva formación, Conti vuelve a ser ministro y Salvini pierde su puesto clave como ministro del Interior. El ultraderechista pasó, en pocos días, de estar cerca de ser el jefe del Ejecutivo a quedarse fuera del Gobierno
“Parar a Salvini”
El primer ministro anunció la composición del nuevo Gobierno después de reunirse con Sergio Mattarella, presidente de Italia (un puesto más bien simbólico como jefe de Estado) en el Palacio del Quirinale. Conte se presentó ante el jefe del Estado con el programa y la lista de ministros, después de días de frenéticas negociaciones entre dos partidos que antes eran enemigos acérrimos.
Mattarella aceptó la propuesta sin vetar ningún nombre, dando así luz verde al nacimiento del gobierno número 66 de la República Italiana y el primero de mayoría parlamentaria entre el M5S y el PD, con el apoyo de Libres e Iguales. El líder del Cinco Estrellas y nuevo titular de Exteriores, Di Maio, reaccionó así en Facebook: "Será y debe ser un Gobierno valiente y ambicioso, capaz de llevar a cabo medidas importantes para el crecimiento y el desarrollo de Italia".
"Hay un gran deseo de hacerlo y comenzaremos donde lo dejamos, con el recorte de 345 parlamentarios (caballo de batalla del M5S) y un ahorro de aproximadamente 500 millones de euros para ser enviados a escuelas, infraestructuras, hospitales", agregó el líder del M5S. El primer ministro Conte dijo que será un Gobierno "reforzado por un programa que mira hacia el futuro" y añadió: "Dedicaremos nuestras mejores energías, nuestras competencias para mejorar Italia en interés de todos los ciudadanos". Y el líder del PD, Nicola Zingaretti, aseguró que "ahora es el momento de cambiar Italia" y se ha podido "parar a Salvini y el mero anuncio de esta nueva fase convierte a Italia de nuevo en protagonista en Europa".
El presidente italiano apareció ante los medios congregados en el Quirinale para darles las gracias por todos los días que ha durado la crisis de gobierno y para reconocer su trabajo. "Es precioso poder tener perspectivas y valoraciones diferentes y quiero subrayar el valor de la prensa", dijo Mattarella. Después añadió: "Una vez que, en base a las indicaciones de que había una mayoría parlamentaria, se ha formado un gobierno, la palabra compete al Parlamento y al Gobierno" que "en los próximos días se presentará ante las cámaras para pedir la confianza y presentar su programa".
Muy distinta ha sido la reacción del antiguo vicepresidente italiano y líder de la Liga, Salvini, quien volvió a insistir en que el tiempo pondrá en su lugar a este Ejecutivo, del que quedó fuera junto a sus aliados. "No podrán escapar al juicio de los italianos", señaló, en referencia a las futuras elecciones que espera ganar. (Con información de EFE)
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