El primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo que “la opción contra la ultraderecha no puede ser el neoliberalismo”.
Las diversas corrientes de la izquierda europea llamaron a la unidad para frenar el auge de la ultraderecha, entre alertas de que su caldo de cultivo es la injusticia social generada por la globalización.
El V Congreso del Partido de la Izquierda Europea (PIE) se convirtió en pantalla de las voces de advertencia desde este espectro ante el ímpetu electoral de populismo de derechas dentro y fuera del continente, con la victoria de Donald Trump en EE.UU. como máximo exponente.
Plataforma programática. De los tres días de sesiones, que se abrieron el viernes y se cierran este domingo, debe salir una cúpula y plataforma programática renovada, con el carismático líder del postcomunismo alemán, Gregor Gysi, en la presidencia de la organización.
La presencia más esperada ha sido la del primer ministro griego, Alexis Tsipras, quien tras reunirse el viernes con la canciller Angela Merkel plasmó ante el PIE la línea de un realismo propio de una formación gubernamental, en armonía con la justicia social.
Alternativa política. "La opción (contra la ultraderecha) no puede ser el neoliberalismo", dijo Tsipras ya que ha sido la globalización lo que ha impulsado al populismo derechista hasta su auge electoral. En sentido parecido se pronunció, por parte de España, el coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, para quien corresponde al izquierdismo actuar de "cortafuegos" a la ultraderecha.
Solo con un "discurso claro" se conseguirá plantar cara al ascendente populismo, señaló Garzón, para recordar que "en España no hay una extrema derecha explícita", una situación casi excepcional a escala europea, que se debe, dijo, a que "nosotros hemos sabido canalizar la rabia de quienes sufren los efectos del capitalismo". (EFE)
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