Más de 2.000 refugiados y migrantes desembarcan en Atenas

Un total de 2.150 refugiados y migrantes desembarcaron hoy en el puerto del Pireo, en Atenas, de dos transbordadores procedentes de las islas del mar Egeo.

El "Nissos Rodos" atracó esta mañana con 760 personas a bordo, mientras que el "Blue Star" llegó con 1.390 refugiados que aguardaban en las islas de Quíos y Lesbos.

Se espera que a lo largo de la jornada arribe el "Eleftheros Venizelos" con 2.493 personas más, en su mayoría sirios, afganos y eritreos, que han atravesado el mar Egeo desde Turquía para llegar a Grecia y continuar la ruta hacia el centro y norte de Europa.

Tanto la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como la Organización Internacional para las Migraciones han detectado un aumento en el número de personas que viajan en las embarcaciones, lo que, junto a las malas condiciones meteorológicas, eleva el riesgo de accidente.

En las últimas 24 horas, la Guardia Costera helena puso en marcha una operación para encontrar a 15 personas que desaparecieron en aguas turcas muy cercanas al límite con Grecia.

Según las autoridades marítimas, hasta el momento solo han encontrado a uno de los náufragos.

Mientras tanto, la situación en la isla de Lesbos, una de las más afectadas por la ola migratoria, sigue siendo alarmante.

De acuerdo con la Policía local, más de 10.000 refugiados y migrantes están en Mitilene, la capital.

De ellas, al menos 1.500 personas ya han sido registradas y otras 8.500 esperan en los campos de acogida de Moria y Kara Tepe, así como en las calles y hoteles de la ciudad.

Como medida urgente, las autoridades de Quíos y Lesbos han instaurado espacios temporales para dar cabida a los que esperan para embarcar en los buques que llegan hasta la península.

Asimismo, han aumentado el número de trayectos diarios de los ferris que recorren esta ruta.

Para mañana está previsto que el ministro de Política Migratoria, Yanis Muzalás, visite la isla de Quíos, donde se estima que al menos 6.200 refugiados esperan en condiciones precarias.

EFE