Catherine Byrne derrochó más de US$ 20 mil para hacerse un aumento de busto y aplicarse bótox.
Orgullosa por sus acciones y el resultado de las cirugías, la inglesa Catherine Byrne compartió con el diario The Sun cómo obtuvo dos préstamos estudiantiles por decenas de miles de dólares y los gastó en su cuerpo.
A los 22 años, Byrne obtuvo un préstamo por 7000 libras esterlinas (más de 10 mil dólares) para costear sus estudios. Sin embargo, nunca más regresó a clases y gastó el dinero en un aumento de busto e inyecciones de bótox.
Aún no contenta con el dinero que desperdició, fue capaz de convencer a las autoridades universitarias a acogerla de nuevo y otorgarle otro préstamo por el mismo monto que el anterior. ¿Qué hizo con este dinero? Se lo gastó en ropa y un nuevo carro. "Soy la que realmente invirtió en su futuro porque mi cuerpo me hace feliz cada día", contó al tabloide.
Lo curioso es que debido a las condiciones de su préstamo no está obligada a pagar por él si es que no gana más de 17 mil libras esterlinas al año. Ella no se ve ganando suficiente superar esta cifra y espera que la deuda se borre en 25 años.
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