La ciudad italiana enfrenta una crisis por el turismo masivo y el alcalde Luigi Brugnaro contempla, entre otras iniciativas, aplicar multas de hasta 500 euros.
Venecia, muy querida por su patrimonio monumental, artístico y su geografía, evalúa una propuesta del alcalde Luigi Brugnaro, que contempla multas entre 50 y 500 euros para los turistas que se sienten o acuesten en las calles.
La ciudad ubicada al noreste de Italia, recibe al año más de 25 millones de visitas y ahora enfrenta una crisis, lo que ha obligado a sus autoridades a pensar en diversas acciones para regular el turismo masivo.
“No queremos bloquear el acceso a la ciudad, pero tenemos que regular la afluencia durante los días particularmente ocupados”, dijo el alcalde en un video compartido en su cuenta de Twitter.
Esto cobró mucha notoriedad en la semana de Pascua, a inicios de abril, cuando hubo miles de turistas atestados en las embarcaciones tradicionales (vaporetti) y también en las calles. La prensa lo destacó como “una proporción sin precedentes”.
Frente a este problema, la comuna ordenó la ejecución de algunas medidas como impedir el uso de embarcaciones tipo kayak, canoas, patines en el Gran Canal y ahora contempla nuevas reglas que consisten en no acampar en el centro histórico.
Además de no acostarse ni sentarse en las graderías de las iglesias ni en las tradicionales baldosas. Además a los turistas que insulten a extranjeros o locales serán expulsados durante 48 horas. Una medida que la administración local ha calificado como una especie de “destierro moderno”.
Venecia, que se extiende sobre 199 islas unidas por 455 puentes fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1987. Sus autoridades buscan cuidar su valor histórico y cultural aplicando éstas medidas que no han sido bien recibidas por algunos grupos.
“Existe una lista tan larga de cosas prohibidas en Venecia que ya no queda nada que puedas hacer”, dijo a The Guardian, Marco Gasparinetti, dirigente del grupo de residentes Grupo Aprile 25.
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