Las ventas en todo el mundo cayeron en los nueve primeros meses un 2,7 %.
La manipulación de gases contaminantes en vehículos diésel ha llevado a Volkswagen, el primer productor automovilístico de Europa, a sufrir en el tercer trimestre una pérdida de 1.673 millones de euros, frente al beneficio de 2.971 millones de euros del mismo periodo de 2014, las primeras pérdidas trimestrales en 15 años.
VW informó hoy de que el resultado del tercer trimestre tuvo un lastre contable por la manipulación de motores diésel de 6.700 millones de euros de provisiones.
Además, en la división de camiones también hubo extraordinarios negativos de 200 millones de euros, sin embargo la venta de su participación en la japonesa Suzuki le aportó más de 3.000 millones de euros de liquidez adicional.
Algunos analistas calculan que la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en diésel podría costar a Volkswagen más de 40.000 millones de euros.
Además del daño para su imagen, que es más difícil de cuantificar, aunque una encuesta reciente en Alemania revelaba que los alemanes confían en la calidad técnica de los vehículos de Volkswagen y consideran que dentro de un año el escándalo estará olvidado.
La ganancia neta se redujo entre enero y septiembre un 54,1 %, hasta 3.990 millones de euros y la de explotación se redujo en los tres primeros trimestres del año un 64,5 %, hasta 3.342 millones de euros, frente a igual periodo de 2014.
Asimismo la compañía alemana tuvo una pérdida operativa en el tercer trimestre de 3.479 millones de euros, en comparación con el beneficio de 3.230 millones de euros un año antes.
La facturación mejoró hasta septiembre un 8,5 %, hasta 160.263 millones de euros.
Las ventas en todo el mundo cayeron en los nueve primeros meses un 2,7 %, hasta 7,440 millones de vehículos, por las dificultades en Rusia, Brasil y China.
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