El líder de la negacionista ultraderecha brasileña afirmó que el laboratorio Pfizer/BioNTech, propietario de una de las primeras vacunas registradas en todo el mundo contra el coronavirus y de la más usada hasta ahora, vendió lotes muy pequeños del antídoto a varios países.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, minimizó este miércoles el atraso del inicio de la campaña de vacunación contra la COVID-19 y dijo que, pese a que 44 países ya iniciaron el proceso de inmunización, muchos adquirieron números mínimos de antídotos.
El líder de la negacionista ultraderecha brasileña afirmó que el laboratorio Pfizer, propietario de una de las primeras vacunas registradas en todo el mundo contra el coronavirus y de la más usada hasta ahora, vendió lotes muy pequeños del antídoto a varios países.
"Cerca de 44 países están vacunando, pero Pfizer les vendió a muchos de ellos tan sólo 10 000 dosis. Eso explica la falacia de la prensa que da a entender que muchos estarían vacunando a toda su población", aseguró el jefe de Estado brasileño en una publicación en su cuenta en Twitter.
Bolsonaro igualmente publicó en su mensaje una lista de los países que más han vacunado contra la COVID-19 y que supuestamente muestra que el porcentaje de población inmunizado hasta ahora es mínimo.
Según algunos portales brasileños, la información sobre la supuesta venta de Pfizer de lotes mínimos de vacunas a varios países no procede y tan sólo intenta justificar el atraso del inicio del proceso de vacunación en Brasil.
Pese a ser uno de los países más afectados por la pandemia en el mundo, con unas 198 000 muertes y 7,8 millones de casos, Brasil aún no tiene una fecha para el inicio de su vacunación, entre otros motivos por el atraso de los laboratorios en registrar sus antídotos pero también por las dificultades reguladoras, las divergencias políticas en el país y el negacionismo del Gobierno de Bolsonaro.
Pese a que el Gobierno brasileño ya presentó una campaña de vacunación que prevé que los 210 millones de habitantes serán inmunizados en 16 meses y en un proceso de cinco fases, hasta ahora la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) no ha recibido ninguna petición de registro o de uso de alguna vacuna contra la COVID-19.
La expectativa del Ministerio de Salud es iniciar la vacunación entre el 20 de enero y el 10 de febrero, aunque todo dependerá del registro de los medicamentos por parte de las farmacéuticas ante la Anvisa, algo que no ha ocurrido hasta el momento.
En su misma publicación en Twitter, Bolsonaro justificó la decisión del Ministerio de Salud de aplazar la compra de jeringas y vacunas para iniciar el proceso de vacunación por los altos precios exigidos por los fabricantes y afirmó que Brasil cuenta con existencias suficientes para iniciar la campaña.
EFE
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