Esto supone un duro revés para la ya precaria economía de la isla.
El huracán Irma causó diez muertos a su paso por las costas del norte de Cuba, donde dejó un reguero de destrucción hasta La Habana que supone un duro revés para la ya precaria economía de la isla, aunque el presidente Raúl Castro prometió que "la Revolución no dejará a nadie desamparado".
Dos días después de que el ciclón se alejara de Cuba, el Gobierno comenzó a evaluar los daños, y a pesar de que ya comenzaron las primeras labores de limpieza, aún hay miles de personas desplazadas de sus casas y, como comentaban este lunes los habaneros en las calles, "el verdadero huracán comienza ahora".
Los daños materiales son ingentes y todavía no han sido cuantificados, pero el principal golpe para la isla se conoció hoy, cuando las autoridades confirmaron la muerte de diez personas -cuatro mujeres y seis hombres-, la mayoría por derrumbes de sus viviendas.
En La Habana fallecieron siete personas por derrumbes y electrocuciones y otras tres personas murieron en las provincias de Matanzas, Ciego de Ávila y Camagüey, también debido al desplome de sus casas, de las que se habían negado a marcharse.
La isla activó al final del domingo la "fase de recuperación" y ya hay cientos de brigadas de trabajadores desplegadas en todo el país para retirar los árboles caídos, los escombros y reparar las infraestructuras dañadas.
Una de las prioridades es restablecer el suministro eléctrico, muy afectado en todo el país, y también sanear las cisternas de las zonas inundadas para poder reanudar el suministro de agua.
El presidente Raúl Castro dirigió un mensaje a la población en el que apeló al "espíritu de resistencia y victoria de los cubanos", y reconoció que el huracán causó "severos daños", entre ellos "afectaciones en las viviendas, el sistema electroenergético y la agricultura", a lo que se suman estragos en varios "destinos turísticos" de la isla.
"Han sido días duros para nuestro pueblo, que en solo pocas horas ha visto cómo lo construido con esfuerzo es golpeado por un devastador huracán", aseveró Castro en una nota que ocupa hoy toda la portada del diario Granma y en la que garantizó que ninguna familia cubana quedará "abandonada a su suerte". (EFE)
Comparte esta noticia