Tras prestar declaración sobre el caso Petrobras, el exmandatario brasileño denunció ser víctima de un "show mediático"
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva regresó esta tarde a su domicilio aclamado por simpatizantes después de haber sido trasladado por la policía a comisaría para prestar declaración sobre el caso Petrobras.
"Me sentí prisionero hoy de mañana", aseguró Lula, de 70 años. "Si querían escucharme solo tenían que llamarme que yo iba, porque no debo y no temo a la justicia”, indicó.
Las fuerzas de seguridad allanaron la mañana de este viernes la casa del exmandatario a pedido de fiscales que investigan si tanto él como su familia recibieron favores de grandes empresas constructoras. La policía allanó también las oficinas del Instituto Lula y casas de familiares y socios de Lula.
"La lucha continúa"
Los fiscales "han prendido fuego en mí. ¡La lucha continúa!", dijo el expresidente, que estimó ser víctima de un "show mediático". "Creo que merecía un poco más de respeto en este país", pero "no voy a bajar la cabeza", prometió.
Lula da Silva continúa siendo una de las figuras políticas más influyentes de Brasil y su destino está estrechamente ligado al de Rousseff y del Partido de los Trabajadores.
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