El exprsidente Lula Da Silva ha sido implicado por la fiscalía en la operación Lava Jato.
Una semana después de ser detenido e interrogado por la Policía Fiscal de Brasil, la Fiscalía de Sao Paulo denunció el miércoles a Lula da Silva por lavado de dinero y ocultación de patrimonio. Según la acusación, el ex presidente y su esposa Marisa Letícia Lula da Silva ocultaron la propiedad de un lujoso departamento, actualmente a nombre de la constructora OAS. Lula siempre ha negado que a suya.
La investigación del caso Petrobras (Operación Lava Jato) indica que el departamento prueba de que Lula recibió beneficios ilegales por parte de constructoras favorecidas indebidamente por su gobierno. La Fiscalía acusa al exmandatario de ser "uno de los principales beneficiarios" de la corrupción de Petrobras. Por tal motivo ahora piden prisión preventiva en su contra.
Peligro de fuga
Según informó El País de España, los fiscales soliciten el pedido de cárcel debido a la preocupación de que Lula movilice "una red violenta de apoyo" para obstruir las investigaciones. Además, aseguran que una fuga del exmandatario resulta extremadamente sencilla en el actual contexto.
Este martes Lauro Jardim, columnista de O Globo, aseguró que Lula aceptó ser ministro del actual gobierno de la presidentas Dilma Rousseff. De confirmarse, el exmandatario evitará a la Justicia ordinaria. Gracias a su nuevo cargo, solo podrá ser investigado por el Tribunal Supremo (STF).
El pasado domino, cerca de 3 millones de personas según los cálcules más conservadores salieron a la calle en todo Brasil para protestar por los actos de corrupción que envuelven al actual gobierno. Las redes sociales se movieron a través del hashtag #FORADILMA (Fuera Dilma), en un intento por apurar la renuncia de la actual presidenta.
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