El cadáver de Zainab Ansari, de 7 años, fue hallado esta semana. Había desaparecido días antes mientras estaba al cuidado de su tío.
La ciudad de Kasur, en el este de Pakistán, se encuentra paralizada este jueves, con mercados cerrados y carreteras bloqueadas por cientos de personas que protestan por segundo día consecutivo por el asesinato y la violación de una niña de 7 años. Durante la jornada anterior, dos manifestantes murieron en enfrentamientos con la Policía.
Un portavoz de la Policía de Kasur, Mohamed Usman, indicó a la agencia Efe que esta mañana se produjeron algunos actos de vandalismo, como el destrozo de escaparates de tiendas, en protesta por la supuesta inacción de Policía ante los asesinatos de niños. "La situación es tensa, pero está bajo control”. La principal protesta se mantiene frente al mayor hospital de la ciudad.
Indignación
Las manifestaciones se desataron el miércoles, un día después de que apareciera en la basura el cadáver de la niña, que había desaparecido el jueves de la semana pasada cuando se encontraba al cuidado de un tío mientras sus padres viajaban a Arabia Saudí de peregrinación religiosa. La aparición del cuerpo, que según los exámenes preliminares sufrió abusos sexuales antes de morir, desató la ira de los habitantes de Kasur, una ciudad que ha vivido varios episodios y escándalos de abusos a menores en los últimos años, con hasta siete casos recientes.
Las protestas, en las que algunos manifestantes pedían la ejecución pública del asesino de la niña, generaron fuertes disturbios en la ciudad con choques con la Policía. Otro portavoz policial, Khalid Iqbal, informó de que se han presentado denuncias contra tres policías por la muerte a tiros de los dos manifestantes que formaban parte de un grupo que presuntamente intentó asaltar las oficinas del comisionado adjunto de la ciudad. La autorida también señaló que continúa la búsqueda del asesino de la niña, pero que hasta ahora no han tenido éxito.
Antecedentes
En abril de 2016, un tribunal antiterrorista condenó a cadena perpetua a dos acusados por ese caso. Tras ese escándalo, en marzo de 2016, Pakistán convirtió en delito los abusos sexuales a menores y la pornografía infantil, crímenes castigados con penas de hasta siete años de cárcel y que antes no eran sancionados.
Shehbaz Sharif, jefe de Gobierno de la provincia del Punyab, donde se encuentra Kasur, visitó este jueves a los padres de la niña y les prometió que los culpables "recibirán el mayor castigo", informó la administración provincial en Twitter. En agosto de 2015 quedó al descubierto un escándalo de pedofilia en el que 19 menores fueron grabados en vídeos y fotografías por una red formada por 17 personas en el pueblo de Ganda Singh Wala, en el área de Kasur. EFE
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