El Ejército de Israel anunció una purga interna, al cesar a tres generales de la institución y sancionar a varios militares más por la falta de anticipación y respuesta ante el ataque más letal en la historia de ese país. Una investigación castrense señaló fallos en múltiples órganos de inteligencia y operaciones, a pesar de tener información relevante para anticipar los ataques.
La operación de rendición de cuentas más significativa en dos años dentro del Ejército israelí culminó con la caída de tres generales que fallaron al no actuar de manera anticipada ante el ataque del movimiento islamista Hamás, del 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas y alrededor de 250 fueron secuestradas.
El mayor general Aharon Haliva, entonces jefe de inteligencia militar, el mayor general Oded Basyuk, entonces jefe de operaciones, y el mayor general Yaron Finkelman, que había asumido recientemente el mando de la región militar del sur de Israel ese día, serán relevados "del cuadro de reserva y ya no serán parte" del Ejército, según un comunicado de la institución castrense publicado en la noche del domingo 23 de noviembre.
Sin embargo, horas después de que el jefe del Estado Mayor de Israel, Eyal Zamir, anunciara las destituciones, el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó una revisión "a fondo" del informe que precipitó la salida de los militares.
En un nuevo choque entre el ministro de Defensa y el jefe del Ejército, Katz prohibió durante 30 días los nombramientos de nuevos altos cargos en las Fuerzas Armadas, hasta que la comprobación finalice.
El general Haliva fue el primer líder militar en dimitir en 2024, tras reconocer su responsabilidad en la tragedia del 7 de octubre. Ahora ha sido expulsado formalmente del servicio de reserva.
En su carta de renuncia, Haliva expresó que la dirección de inteligencia que comandaba "no cumplió con las responsabilidades" que se le habían asignado. "Llevo el peso de ese día trágico, día tras día, noche tras noche. La agonía de esta guerra permanecerá conmigo indefinidamente", zanjó.
El general Finkelman dimitió por razones similares, mientras que el general Basyuk, anunció su salida tras la guerra de 12 días iniciada por Israel contra Irán, en junio de 2025.
Además de los tres generales destituidos, el Ejército anunció sanciones disciplinarias contra el general de división aérea, Tomer Bar, y el vicealmirante, David Saar Salma, al frente de la Fuerza Aérea y la Armada, respectivamente. Otros cuatro generales y cuatro oficiales superiores también recibieron sanciones disciplinarias.
Las reprimendas llegan en un momento en que los funcionarios israelíes se enfrentan a una creciente presión pública para que rindan cuentas por los fallos que permitieron el ataque, pero el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu aún no ha abierto una investigación nacional sobre esos hechos que detonaron la escalada de las hostilidades israelíes en el enclave palestino, las cuales se extendieron por más de dos años. Incluso hoy, las partes mantienen un frágil alto el fuego, en el que Israel ha vuelto a atacar en Gaza, alegando presuntas amenazas.
Miles de manifestantes se unieron a líderes de la oposición en la ciudad de Tel Aviv, en la noche del pasado sábado 22 de noviembre, una vez más, para exigir una comisión estatal de investigación, a la que se opone el primer ministro.
El informe inculpador
Las destituciones militares formalizadas este lunes son el colofón de una investigación al interior del Ejército para detectar los fallos del 7 de octubre de 2023. El Comité Turgeman, encabezado por el general retirado, Sami Turgeman, destacó varios hallazgos en su informe del 11 de noviembre de 2025, basado en 25 pesquisas internas.
"Las Fuerzas de Defensa de Israel fracasaron en su misión principal el 7 de octubre: proteger a los civiles del Estado de Israel", concluyó el jefe del Estado Mayor Militar de Israel, Eyal Zamir, quien ordenó la constitución del grupo investigador.
El reporte evidencia una "falla sistémica y organizativa de larga data" dentro del aparato militar. El texto habla de un "error conceptual" debido a la "brecha entre la realidad estratégica y operacional y la percepción de la realidad en la Franja de Gaza y respecto Hamás".
Además, apunta a un "fallo de la inteligencia militar" en su "incapacidad para dar la alarma" a pesar de que el Ejército tenía información "excepcional y de alta calidad".
El comité de expertos designado para elaborar el informe lamentó "deficientes procesos de toma de decisiones y despliegue de fuerzas en la noche del 7 de octubre de 2023", de los que señala al Estado Mayor, la dirección de operaciones, la dirección de inteligencia militar, el Mando Sur, pero también del Ejército del Aire y la Armada.
La Fuerza Área está acusada de falta de preparación de defensas contra amenazas a baja altitud como drones y parapentes motorizados, mientras que a la Armada se le acusa de no defender la entrada marítima de Israel frente a las infiltraciones de Hamás.
No obstante, el documento remarca que el Ejército de Israel no elevó su nivel de alerta antes del ataque, lo que limitó la capacidad de respuesta rápida de ambas fuerzas.
Fichas clave en la defensa a Israel
La investigación interna del Ejército puso de manifiesto una cadena de errores en órganos claves en Defensa, cuya negligencia e ineficacia posibilitaron la incursión de Hamás, lo que evidencia fallos estructurales en el que es considerado uno de los ejércitos más sólidos de la región.
La Dirección de Inteligencia Militar, de la que el general Haliva era comandante, "fracasó en detectar la evolución operacional de Hamás, descuidó la investigación a largo plazo de su creciente poder y no proporcionó una alerta temprana", según el documento del comité investigador.
El Mayor General Oded Basiuk ostentó el tercer puesto más alto en la jerarquía militar como jefe de la Dirección de Operaciones. Su unidad "no se preparó para un escenario de guerra sorpresa, descuidó las lecciones de la Operación Guardián de los Muros y no dirigió las evaluaciones de la situación en la noche del 7 de octubre".
El Mando Sur, responsable de Gaza, cuyo comandante era el mayor general Yaron Finkelman, fue "incapaz de proporcionar una alerta temprana, asegurar a los residentes o ajustar planes operacionales a la amenaza".
Mientras las Fuerzas Militares se despedazan a sí mismas, ningún ministro o alto cargo político del Gobierno de Benjamin Netanyahu ha dimitido ni ha sido destituido explícitamente por los sucesos del 7 de octubre de 2023.
Entretanto, la oposición y la ciudadanía piden en las calles una investigación independiente a escala estatal que evidencien las fisuras que facilitaron la infiltración de Hamás, más allá de la institución castrense.