En la víspera, el presidente de México atribuyó el asalto a la embajada de su país en Quito a una combinación de inexperiencia, mala asesoría y búsqueda de apoyo interno por parte del gobierno ecuatoriano.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este martes que el Gobierno de Ecuador sintió "el respaldo de otros gobiernos o de potencias" para allanar el viernes pasado la embajada de México en Quito.
"Eso no lo hace un gobierno si no siente que tiene respaldo de otros gobiernos o de potencias, por eso vamos a llevar este asunto a la Corte de Justicia Internacional. A México se le respeta", declaró el mandatario en su conferencia matutina.
El gobernante mexicano adelantó que este martes va "a dar a conocer imágenes que se tomaron de adentro de la embajada de la forma tan autoritaria y vil" en la que las fuerzas ecuatorianas "allanaron la sede diplomática" para llevarse al exvicepresidente Jorge Glas (2013-2017), quien estaba resguardado desde diciembre.
López Obrador enmarcó el asalto dentro de lo que él percibe como una campaña contra su Gobierno, como las notas que los medios estadounidenses ProPublica y The New York Times publicaron en meses pasados sobre investigaciones de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) de sus presuntos nexos con el narcotráfico.
"Creen que nos estamos chupando el dedo o que es como antes, que los gobiernos (de México) se arrollidaban ante las hegemonías o ante los gobiernos extranjeros, ahora no", sentenció.
"México es un país independiente, libre, soberano, no somos colonia de ningún país extranjero y vamos a seguir resistiendo, y esto también lo digo por la agresión a nuestra soberanía en Ecuador", agregó.
Crisis diplomática entre México y Ecuador
La crisis entre México y Ecuador comenzó el jueves pasado, cuando el Gobierno de Daniel Noboa declaró persona non grata a la embajadora mexicana, Raquel Serur, en respuesta a comentarios que López Obrador hizo el miércoles sobre el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio y sus consecuencias electorales.
México anunció el viernes que buscaría traer como asilado político a Glas, procesado en casos de corrupción, por lo que las fuerzas ecuatorianas ingresaron por la fuerza a la embajada para llevárselo, lo que de inmediato provocó que López Obrador rompiera las relaciones.
El presidente de Ecuador publicó este lunes una carta en la que afirmó estar "dispuesto a resolver cualquier diferencia" con México, pero reiteró que "la justicia no se negocia".
La polémica creció porque Glas, quien estaba en la embajada mexicana desde diciembre, sufrió el lunes un quebranto de salud por no comer alimentos, según el servicio penitenciario de Ecuador, que contradijo la versión de allegados al ex vicepresidente de un presunto intento de suicidio por una sobredosis de medicamentos.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) tendrán esta semana reuniones para abordar la crisis. (EFE)
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