La medida entrará en vigor el 1 de enero de 2016.
Rusia castigó a Turquía por el derribo de su bombardero Su-24 en la frontera siria con la imposición de visados, la suspensión de la cooperación militar y apoyando la iniciativa francesa de cerrar la frontera con Siria.
"Los dirigentes rusos han tomado la decisión de suspender el régimen sin visados en vigor actualmente entre Rusia y Turquía", aseguró Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en rueda de prensa.
La medida, que entrará en vigor el 1 de enero de 2016, es la primera que adopta Rusia contra Turquía, pero no la última, ya que el Gobierno anunciará mañana un paquete de medidas que afectarán al comercio, las inversiones y el turismo.
Si el presidente ruso, Vladímir Putin, ya reaccionó con inusitada ira tras el incidente, la indignación del Kremlin ha ido en aumento a medida que el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, insistía en negarse a admitir el error y pedir disculpas formales.
El ministro ruso que ya había recomendado a los rusos que no viajaran a Turquía y a los que ya se encuentran allí, que regresaran cuanto antes, subrayó que la razón es la latente amenaza terrorista en Turquía.
"Esta amenaza no es un invento, es muy real. Nosotros informamos de ella a los ciudadanos rusos con total responsabilidad", resaltó.
El acuerdo de exención de visados fue suscrito por los Gobiernos de ambos países en 2010 y entró en vigor en abril de 2011, lo que disparó el flujo de turistas a Turquía. EFE
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