El Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que entre las víctimas hay 21.065 menores de edad y 13.173 mujeres.
Al menos 371.222 personas han fallecido desde el comienzo de la revuelta popular siria el 15 de marzo de 2011, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que advirtió de que la cifra de muertos podría superar los 570.000, entre civiles, combatientes de todos los bandos, detenidos y desaparecidos.
De las más de 371.000 víctimas que la ONG ha podido documentar y verificar su fallecimiento, 112.623 son civiles, incluidos 21.065 menores de edad y 13.173 mujeres.
Asimismo, el Observatorio ha podido comprobar 65.187 bajas en las filas del Ejército sirio y los aliados al presidente Bachar al Asad, 50.484 de ellos de nacionalidad siria y el resto de otras nacionalidades, como la libanesa.
Mientras, en las filas de los opositores al régimen de Al Asad, se registraron 64.477 muertos de nacionalidad siria, tanto de facciones rebeldes e islamistas como de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada integrada principalmente por kurdos y que lidera la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
También perecieron 65.726 combatientes de otras nacionalidades, sobre todo árabes pero también afganos e iraníes, pertenecientes a grupos armados radicales, como ISIS y el Frente de Liberación de Levante, que se denominaba anteriormente Frente al Nusra y estaba afiliado a la organización Al Qaeda.
El Observatorio destacó que, aparte de las víctimas que han sido documentadas, podría haber hasta 88.000 personas que han perdido la vida por torturas en las cárceles del Gobierno sirio en todo el país desde 2011 hasta la actualidad.
Asimismo, la ONG agregó que se desconoce el destino de 4.500 secuestrados y detenidos por ISIS, 4.700 desaparecidos o prisioneros de las fuerzas de Damasco y sus aliados, y más de 2.000 secuestrados por las facciones armadas insurgentes de distintas tendencias. (EFE)
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