James Webb descubre un exoplaneta que desprende una cola de helio
El telescopio espacial James Webb ha encontrado la diminuta cola de un exoplaneta cercano que está perdiendo su atmósfera.
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El telescopio espacial James Webb ha encontrado la diminuta cola de un exoplaneta cercano que está perdiendo su atmósfera.
Nuevos cálculos arrojan que el gas en la atmósfera de K2-18 b pueden ser de metano y no de agua, como se indicó en un estudio de 2019.
El exoplaneta WASP-103b radica en la constelación de Hércules y se cree que tiene esa forma porque culpa de su estrella.
El hallazgo se realizó en el lejano exoplaneta KELT-9b. Eso sí, no se trata de un indicio de video.
La transmisión proviene del sistema Tau Bootis, donde se encuentra un planeta gigante gaseoso.
Las altas temperaturas del planeta LTT 9779b deberían haber evaporado su atmósfera, pero datos del telescopio TESS de la NASA muestran su existencia.
Estos exoplanetas serán seleccionados para tener mayor prioridad en investigaciones a futuro.
La instantanea revela un entorno muy similar a nuestro sistema solar, pero en una etapa mucho más temprana de su evolución, según los autores del estudio.
El exoplaneta, que tiene un tamaño similar al de Neptuno, orbita a la estrella AU Microscopii, que está relativamente cerca a nuestra galaxia.
Pese a las pruebas que tomaron desde 2008, Formalhaut b desapareció de los telescopios de la NASA a partir del 2014.
KOI 1843.03 es influenciado por poderosas fuerzas gravitacionales de su estrella, lo que ha provocado su forma distorsionada.
LHS 1815b se encuentra abajo del plano de la Vía Láctea, lejos de la mayoría de estrellas de nuestra galaxia.
Un equipo ha realizado un estudio de habitabilidad de Proxima Centauri b asumiendo una atmósfera similar a la Tierra bajo un bombardeo de partículas estelares altas
Un telescopio de ESO (Observatorio Europeo del Sur por sus siglas en inglés) ha observado un exoplaneta donde se evapora y se condensa el hierro en forma de lluvia.
Los nuevos exoplanetas orbitan muy cerca de sus estrellas y tienen una masa que va, aproximadamente, de 2,6 veces la de la Tierra a casi la mitad de la de Júpiter.
El satélite fue lanzado al espacio en un cohete Soyuz desde el Puerto Espacial de Kurú, en la Guayana Francesa.
El exoplaneta, llamado K2-18b, está ubicado a más de 100 años luz de la Tierra. Este descubrimiento constituye una nueva etapa en la búsqueda de señales de vida fuera del sistema solar.
Sus descubridores describieron a HD 21749b, como ha sido bautizado, como una "extraña" bola de roca y algo de gas, cuyo tamaño es tres veces el de la Tierra.
El planeta HD219134 b, ubicado a 21 años luz de nosotros, tiene todas las características para ser considerado una "supertierra": es sólido, está relativamente cerca de su estrella madre y no supera en 10 veces la masa de la Tierra.
El GJ 3470b habría perdido más de un tercio de su masa desde su nacimiento y que acabará por volatilizarse por completo debido a la cercanía de su estrella.
Un equipo del Observatorio Austral Europeo hizo este descubrimiento en el planeta WASP-19b.
Científicos señalaron que la presencia de vapor de agua en la atmósfera del nuevo planeta permitiría conocer cómo se forman los sistemas solar.
El planeta extrasolar "HD 131399Ab" está situado a unos 320 años luz de la Tierra en la constelación Centaurus y tiene unos 16 millones de años, tiene una temperatura de 580 grados Celsius.
Los investigadores comprobaron que el exoplaneta Beta Pictoris b tarda ocho horas en completar el ciclo de un día al girar a 100.000 kilómetros por hora, una velocidad mayor a la de la Tierra.
El hallazgo constituye un hito ya que aunque se han encontrado más de mil de estos exoplanetas fuera del Sistema Solar, muy pocos están situados en cúmulos estelares.
Este hallazgo supone un aporte al conocimiento sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios.
El Kepler-37b, cuyo tamaño es ligeramente superior al de la Luna, gira alrededor de una estrella similar a nuestro Sol.
Especialistas descartaron que sea habitable, aunque esperan que este sistema estelar albergue nuevos planetas en los que la vida sea posible.
Se trata del exoplaneta GJ1214b que tiene un diámetro 2.7 veces mayor al de la Tierra, es siete veces más masivo que él y se encuentra a 40 años luz de nuestro mundo.
´Es un planeta que se parece a nada de lo que conocemos hasta ahora´, dijo Zachory Berta, del Centro Harvard Smithsonian de Astrofísica.
Astrónomos canadienses localizaron un cuarto planeta que orbita alrededor de la estrella HR 8799, la más cercana a nuestro sistema solar.
WASP-12b orbita alrededor de una estrella ligeramente más caliente que el Sol y a una distancia cuarenta veces más cercana que la que tiene la Tierra del Sol.
Este ´exoplaneta´ se encuentra a una distancia de una estrella donde recibe suficiente energía estelar para tener agua en su superficie y, por tanto, sustentar la vida.
El planeta, 40 veces más grande que Júpiter, terminará por ser devorado en unos 10 millones de años, un tiempo muy corto en términos astronómicos, según informó hoy la NASA.
Lo que representan un ´desafío´ a las teorías de la formación planetaria, astrónomos dieron a conocer seis planetas que orbitan al revés.
El CoRoT-9b, que se halla a 1.500 años luz de la Tierra, tiene una temperatura fría, que oscila entre -20 y 160 grados. Tiene una órbita similar a la de Mercurio.
El planeta, designado Corot-9b, pasa regularmente frente a una estrella madre similar al Sol, ubicada a 1.500 años luz de distancia de la Tierra hacia la constelación de Serpens.
Esta calibración podrá aplicarse en otros telescopios con base en la Tierra que podrán continuar estudiando otros planetas fuertemente irradiados fuera del Sistema Solar.
La NASA indicó que el planeta no es habitable pero tiene actividad química, que si ocurriera en un planeta rocoso como la Tierra, podría indicar presencia de vida.
La mayor parte de sistemas multiplanetarios en los que residen estos astros contiene un mínimo de cinco planetas. El hallazgo se dio gracias al espectrógrafo HARPS.