En el 61º aniversario de RPP, nuestros oyentes de diferentes regiones del país comparten emotivos recuerdos y anécdotas sobre cómo nuestra voz, "La voz de todo el Perú", ha dejado una huella imborrable en sus vidas, acompañándolos en momentos clave, fortaleciendo vínculos de afecto, nostalgia y compañía a lo largo de más de seis décadas.
Minutos antes de partir a la eternidad, doña Lola cogió la mano de su hijo, Luis Díaz Álvarez, y tomando fuerza le formuló un pedido, que con el tiempo se convertiría casi en un legado: que no olvidara prender la radio y escuchar, al día siguiente, su emisora favorita: RPP, tal como ella lo hizo durante la mayor parte su vida.
Luis, arquitecto y el mayor de siete hermanos, ha mantenido vivo y sin pausa, también en familia, el ritual encomendado, que es ya parte de la historia del sector San Martín, en el distrito de Mariano Melgar, en la región Arequipa. Luis se emociona al recordar ese momento inolvidable.
"Esa noche del diez de abril que [mi mamá] estaba convaleciente, ella padeció de cáncer, esa noche falleció, pero antes que ocurra eso, a las nueve de la noche, me acerqué a su cama, me... me dijo después de que... no te olvides Luis que mañana, a las siete prendes para levantarme, la radio RPP, estábamos ligados a la radio por las noticias, los Chistosos”, relató.
La historia de Luis simboliza el rol fundamental que la radio ha cumplido y sigue cumpliendo, generación tras generación, en los hogares peruanos, acompañándolos siempre en cualquier circunstancia de la vida.
Las nuevas generaciones reconocen también la importancia de la radio, como un medio que contribuye a su formación con contenido que no solo informa, sino que también educa. Zully Vergara, alumna del colegio José Carlos Mariátegui de El Porvenir, en Trujillo, región La Libertad, expresa con alegría el valor de RPP para la comunidad educativa.
Y es así como RPP también ha sido una constante para Martha Bayona, en el norte del país, en la región Piura, pues hoy, a sus 67 años, está plenamente convencida que la radio no solo es su compañera inseparable, sino también, en varias etapas de su vida, ha sido el impulso para cumplir con su misión de ayudar y brindar alegría a los más pobres.
"Que había mucha pobreza, había un colegio que existe, San Martín de Porres, donde llegan los niños de todos los alrededores de acá, de San Sebastián, de Micaela, de Vila Perú Canadá, de todos los pueblos de acá. Había mucha pobreza y que si nos podían conseguir regalos para esos niños, que desconocían en sí un juguete con un panetón, entonces fue así que gracias a Dios me llamaron posteriormente y me dijeron que venían mil regalos", relató Martha Bayona.
Tras veinte años de labor social, Martha sigue en la brega, acudiendo a los hospitales para apoyar a pacientes que tienen agotadas las esperanzas, pero que con la fuerza de la radio recuperan la ilusión.
"Esos ángeles que significaron para mí esos 20 años de labor social, es maravilloso, es grande. Sepan ustedes, señores de Radio Programas, que ustedes han ayudado a salvar muchas vidas, a conseguir un ojo porque llevaron al INO a un vecino de acá", destacó.
Martha, cada vez que enciende su radio, recuerda esos momentos con gratitud. Porque para ella, RPP no es solo un medio, es parte de su propia historia.
Y son las historias de muchos peruanos, que han encontrado también en RPP experiencias cargadas de felicidad, de alegría y de orgullo. En la región Cusco, Javier Quispe es un joven con discapacidad visual que jamás olvida cuando, con la radio pegada en la oreja, estallaba su corazón al escuchar los triunfos de su querido Cienciano que lo llevaron un 19 de diciembre del 2003 a ganar la Copa Sudamericana.
Tres historias que sintetizan el profundo vínculo que muchos oyentes tienen con RPP, el medio que a lo largo de sus 61 años de existencia promueve el progreso de los peruanos y que seguirá resonando en la vida de millones de personas.
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