Harold Loly, director del Órgano Desconcentrado de Cultura en Arequipa, precisó que el predio pertenece a la zona monumental y data de la época republicana. La inspección técnica determinó que no existe riesgo de colapso estructural.
Un día después del violento desalojo que se produjo en una casona en la segunda cuadra de la calle Jerusalén, en el Centro Histórico de la ciudad de Arequipa, el Órgano Desconcentrado de Cultura comenzó a elaborar un informe sobre los daños causados al inmueble que data de la época republicana.
Los daños iniciaron pasada las 10:00 horas de ayer (25 de agosto), cuando un grupo de 15 personas trató de evitar que el dueño de la casona retome la posesión a través de un desalojo dispuesto por el Poder Judicial, debido a que César Augusto Loayza Vera no pagaba el alquiler de la propiedad desde hace 8 años.
Este grupo de personas, 9 de ellos extranjeros y 6 peruanos, colocó piedras de gran tamaño frente a la puerta del inmueble junto a llantas prendidas de fuego para evitar que la Policía Nacional tome el control de la propiedad.
Para apagar el fuego, que estuvo a punto de generar un incendio, los policías usaron un vehículo lanza agua (pinochito) de la Policía para apagar las llamas que generaron una densa columna de humo que se observaba desde varias zonas de la ciudad. También se tuvo presencia de bomberos.

¿Qué daños encontró el Ministerio de Cultura?
El director del Órgano Desconcentrado de Cultura en Arequipa, Harold Loly, dijo a RPP que un arquitecto de esta entidad llegó al lugar para elaborar un informe de daños que será remitido a la Procuraduría del Ministerio de Cultura, a fin de que se inicien las acciones penales correspondientes.
“Nuestro personal ya ha verificado, ha hecho una inspección como parte del procedimiento, de los cuales preliminarmente se ha visto afectada la puerta que está destrozada, ventanas quemadas, cornisas, estucados y otros dañados que son parte de la edificación con valores patrimoniales”, señaló Loly.
El funcionario explicó que la evaluación técnica descartó el riesgo de colapso de la estructura, por lo que los daños no representan ningún riesgo.
Para Harold Loly existe una afectación a la imagen de la ciudad como patrimonio ya que se da una mala imagen a los turistas y al mundo al tener una casona con estos daños a dos cuadras de la Plaza de Armas.
“Se debe tener un protocolo por parte de las autoridades cuando se ejecuten desalojos en un área reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Este tipo de vandalismo, de actos que se han suscitado, no nos contribuye a nosotros como imagen, no contribuye a un centro histórico adecuado y respetuoso”, indicó.
Loly recordó que, según la norma, corresponde a los propietarios restablecer la fachada dañada y realizar las intervenciones pertinentes para conservar su integridad.