La pandemia de la COVID-19 llevó algunos momentos de tranquilidad a los peruanos, en cuanto a situaciones relacionadas a la seguridad ciudadana. Los robos y asaltos se detuvieron, pero no fue por mucho tiempo. Una vez que se levantó la cuarentena, la delincuencia retornó.
La pandemia de la COVID-19 redujo los índices de delincuencia durante el aislamiento social obligatorio. En las primeras semanas del anuncio del estado de emergencia los crímenes disminuyeron en un 84% en Lima, según informó la Policía Nacional. Pero, transcurridos los días, la situación cambió.
La División de investigación de robos de la DIRINCRI señaló que las denuncias pasaron de 290 en abril a 900 en mayo, a raíz de la flexibilización de las restricciones de la cuarentena. En junio, el entonces ministro del Interior, Gastón Rodríguez, daba cuenta de la nueva realidad.
"La delincuencia está, también, saliendo de su cuarentena y que habría una intención de poder recuperar espacios o tiempo", dijo en ese momento.
Las bandas criminales dedicadas al sicariato regresaron. Uno de los casos más impactantes se registró en octubre, el cuerpo de un hombre cercenado fue hallado en bolsas de plástico por los vecinos de Puente Piedra. En noviembre, un dirigente de rondas campesinas fue encontrado sin vida a pocos metros de su vivienda en La Libertad, con signos de haber sido torturado.
En la misma región, un ingeniero agrónomo fue asesinado de varios disparos cuando se dirigía a inspeccionar sus chacras. Según la policía, cinco hombres lo esperaron en el camino para matarlo. El hecho se registró en diciembre. Hasta setiembre, la policía de la provincia constitucional del Callao registraba más de 70 muertes por sicariato y más de 60 tentativas de homicidio.
MÁS CASOS
Cuando inició la reactivación económica de restaurantes, los repartidores en moto se convirtieron en otro blanco de la delincuencia. Y es que el aumento de los pedidos "delivery", los hizo más vulnerables a sufrir asaltos.
Con la modalidad del falso pedido, los ladrones citaban a sus víctimas en una dirección alejada, una vez en el lugar, los reducían y arrebataban su vehículo de trabajo. El coronel Carlos Malaver Odias, quién dirigió la División de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos de la Policía, señaló que en las dos primeras semanas de setiembre aumentaron las denuncias por robos de vehículos.
"Si ha habido un ligero incremento en la sustracción de vehículos, sobre todo en la sustracción de vehículos menores. Esta división ha logrado recuperar durante estas dos primeras semanas 165 vehículos mayores y 33 vehículos menores”, dijo.
“Se presume o la hipótesis que manejamos es que el incremento de la sustracción de vehículos menores se deba a que también los ciudadanos han buscado como un medio de trabajo o poder sostener su economía al hacer servicios de delivery", agregó.
OTROS DELITOS
A fines de agosto, el entonces jefe de la Región Policial Lima, general Jorge Luis Cayas, daba cuenta de más de 300 fiestas intervenidas durante el estado de emergencia, cifra que a la actualidad ha ido en aumento.
Las celebraciones de fin de año dan pie a nuevas reuniones sociales clandestinas al igual que actos delictivos en distintas modalidades, según el coronel Carlos Céspedes, jefe de la división de robos de la DIRINCRI.
Según estadísticas que maneja la policía, los delitos aumentan en un 40% durante el mes de diciembre. Las recomendaciones que brinda la División de Robos de la Policía, para evitar ser víctimas de la delincuencia, es no adquirir productos en sitios web no autorizados, no retirar fuertes sumas de dinero y no dejar sola su vivienda.
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